APOEL Nicosia: de Cenicienta europea a rival del Madrid en cuartos de la Champions

  • El equipo de moda en la Champions League no es el Real Madrid (pese a su inmaculada racha), ni el Barcelona (con los goles de Messi), ni el Bayern Múnich (y los goles de Mario Gómez de tres en tres o de cuatro en cuatro). El conjunto del que todos hablan es chipriota y se llama APOEL Nicosia.
2-1. Apoel acaricia los octavos y arrincona al Oporto
2-1. Apoel acaricia los octavos y arrincona al Oporto
Óscar Rodríguez

"Club atlético de fútbol de los griegos de Nicosia". Son las siglas griegas del APOEL, un equipo cuyo mayor éxito continental hasta ahora era haber llegado hasta la tercera ronda previa de la Champions y hasta segunda ronda de Recopa y de UEFA. Esta temporada están rompiendo moldes.

Con dos victorias y tres empates (sólo perdieron un partido cuando ya tenían la clasificación en el bolsillo), los chipriotas no sólo han peleado de tú a tú con los mejores equipos del continente, sino que encabezaron su grupo con 9 puntos y se metieron entre los 16 mejores de Europa.

¿Cómo lo han conseguido? La respuesta no es fácil: Ivan Jovanovic, un serbo-griego, sigue al mando del equipo, que se ha reforzado con jugadores de segunda fila. Entre todos apenas cobran lo que Cristiano Ronaldo o Messi. Nombres como el del portugués Nuno Morais (exjugador del Chelsea) o el del brasileño Gustavo Manduca se codean con los de Xavi, Villa, Özil o Benzema.

No son los únicos que se han convertido en los ídolos de la afición amarilla: Esteban Solari pasó por Almería antes de enrolarse en el equipo chipriota y sabe lo que es el fútbol de primer nivel continental, al igual que Kaká, central cedido por el Hertha Berlín y que se ha convertido en titular indiscutible en el eje de su defensa.

También hay presencia española en este equipo. Urko Pardo, un portero formado en La Masía, estaba sin equipo hace apenas tres meses, después de una buena temporada en el Olympiakos de Valverde. No hubo acuerdo de renovación y Jovanovic le llamó para que se uniera a su proyecto de Champions. No se lo pensó. Ha sido titular durante algunos meses, aunque Dionisis Chiotis volvió de su lesión y ha recuperado su puesto en el once.

No es la única característica que hace al APOEL ser un club especial. La política le marcó en la década de los cuarenta, cuando se escindió en dos equipos: los de derechas, progriegos, que son el gérmen del equipo original, y los de izquierdas, que fundaron el Omonia Nicosia y que se convirtieron en el máximo rival histórico del APOEL.

Zenit San Petesburgo, Shakhtar Donetsk y Oporto se las prometían muy felices cuando les emparejaron con el equipo de Nicosia. Su inexistente palmarés continental hicieron que sus rivales se frotaran las manos con una calificación fácil para cuartos. Nada más lejos de la realidad. Los chipriotas han demostrado que no hace falta un talonario como el del City para luchar por lo más alto. Con ojo en los fichajes, un grupo humano de calidad y tener claro el objetivo por el que se lucha, a veces es suficiente.

El cruce de octavos de final ante el Lyon fue otra demostración del poder de lucha y sacrificio del equipo chipriota. Igualaron el 1-0 que traían de la ida en Francia y forzaron la tanda de penaltis, en la que Chiotis fue el ídolo y clasificó a su equipo para cuartos. Ahora espera el todopoderoso Real Madrid.

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