
Álvaro Morata, Joaquín Sánchez, Ezequiel Garay, Casemiro, Lucas Vázquez, Jordi Alba... La lista de jugadores de fútbol cuyas viviendas son asaltadas cada vez es más grande. Lo que parece una plaga empezó la pasada primavera y ha ido moviéndose por la península, desde el Mediterráneo hasta el centro. Ahora es la capital, Madrid, el centro de operaciones de estos avezados ladrones que logran colarse en las viviendas de los futbolistas y desvalijarlas, sorteando las fuertes medidas de seguridad que tienen.
Pero no siempre les sale bien, y la última intentona acabó en fracaso gracias a que los dueños de la casa estaban dentro. Hablamos de Santiago Solari, exfutbolista y entrenador del Real Madrid, cuya vivienda en La Moraleja fue objetivo de los ladrones el pasado viernes, pero por suerte, con final feliz gracias a la esposa del técnico.
Celia Spirandelli se encontraba en la cocina de su casa cuando vio a un individuo colándose por la venta, lo que le hizo gritar por el susto. Eso hizo que Solari bajase inmediatamente, viendo también cómo los ladrones intentaban entrar en la vivienda. Cuando ellos se percataron de la presencia del matrimonio, abortaron el plan y se dieron a la fuga.
De este modo, el argentino pudo evitar que su casa fuera desvalijada, aunque igualmente ha puesto el caso en manos de las autoridades, según informa 'Europa Press'. Y es que, a pesar de que la pasada semana se supo que la Policía de Alcobendas ha habilitado un dispositivo especial para evitar robos de este tipo en La Morajela, por el momento no está dando resultados.
La mayoría de las veces, estos ladrones aprovechan que los futbolistas están disputando un partido y no están en casa para entrar, pero en algunas ocasiones se encuentran con su familia, como le ha sucedido a Solari, que en cuyo caso sí estaba en la vivienda y pudo frenar a los delincuentes.
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