Supercopa España 2013, Barcelona 0-0 Atlético de Madrid: los azulgrana levantan el título sin brillantez

    • El Atlético volvió a dominar el partido desde el orden táctico y desde la defensa.
    • Al Barça le costó encontrar huecos en la defensa y sólo se vio ganador a partir de la expulsión de Filipe Luis, en la recta final del partido.

El Barcelona es el nuevo Supercampeón de España. Lo es porque la norma dice que un gol fuera vale el doble que uno en casa. En lo demás, fue mejor el Atlético de Madrid. Los rojiblancos dominaron, al igual que semana pasada, desde la defensa a un equipo obcecado en seguir las directrices que en los últimos años le han llevado a grandes éxitos.

El Atlético parece haber dado con la fórmula mágica para poder detener al Barcelona: intensidad defensiva, velocidad en ataque y precisión en los pases. Todo ello, aderezado con el carácter de un Cholo Simeone capaz de hacer que ninguno de sus jugadores se sienta inferior a los Messi, Iniesta, Xavi o Neymar. Además de presionarles, achucharles, cargarles e, incluso, darles pataditas y empujones, los atléticos ahora también son capaces de controlar sus nervios cuando tienen sombras azulgrana encima de ellos intentando robarles el balón.

Por supuesto que el Atlético no salió en el Camp Nou a intentar disputarle la posesión al Barça. Como hace una semana, lo que intentó es sentirse cómodo defendiendo con un sistema de ayudas perfectamente elaborado y que impedía al Barcelona poder encontrar hueco alguno. Si Messi se iba de Filipe, aparecían Koke, Arda y, en segunda línea, Mario y Godín. Si era Neymar el que buscaba la cabalgada en solitario, era el otro flanco defensivo rojiblanco el que activaba la alarma roja.

Así logró el Atlético que el Barcelona tirara una única vez en todo el primer tiempo. Y casi no fue ni un disparo en su pleno sentido; fue una jugada rara, con rechaces y que acabó necesitando de la intervención de Courtois. Por su parte, los pupilos de Simeone llegaron hasta Valdés dos veces en los cuarenta y cinco minutos iniciales. La más clara fue de Arda, que disparó sólo y dentro del área. El cancerbero sacó una mano milagrosa mientras un fotógrafo retrataba el momento para la posteridad.Antes Koke ya había avisado con un tiro suave desde la frontal.

En ambas ocasiones el Atlético llegó, curiosamente, tocando. Lo hizo rápido, sin dudar, con mucho movimiento de los jugadores sin balón. En ataque, los madrileños también se anticipaban en todas las jugadas. Se hacía raro ver a Piqué, Mascherano y Busquets correr detrás de la pelota como habitualmente hacen las defensas que juegan en el Camp Nou.El Barça acelera y Filipe Luis se equivoca

Lo único en lo que le ganó el Tata al Cholo fue en cerrarle el grifo de Diego Costa por la banda. El técnico obligó a Busquets a ayudar al lateral en cada balón por alto. También los cambios le dieron un aire nuevo al equipo del entrenador novato. Tanto Pedro como Iniesta engranaron la quinta marcha que necesitaba su equipo. En apenas diez minutos, el Barça generó más peligro que en la hora anterior de juego. El Atlético también tuvo la suya: fue Villa el que probó a Valdés, que volvió a acertar al tirarse al suelo y meter el guante izquierdo.

Pero no fueron ellos los que rompieron el partido, sino Fernández Borbalán. O, mejor dicho, Filipe Luis y Dani Alves. Los laterales se enzarzaron en carrera en el campo del Atlético. El árbitro no lo vio, pero su asistente sí. La consideración fue que el atlético había agredido al azulgrana. Le enseñó la roja sin dudar.

Quedaban diez minutos y el Atlético, con uno menos, debía marcar un gol. El Barça se dedicó a especular más que nunca y a tocar hasta encontrar un hueco que aparecía porque el Atlético adelantaba líneas pese a jugar con diez. Pero ni siquiera de penalti fue el Barça capaz de marcar. El tiro de Messi se estrelló en el larguero.

Por suerte para él, y para su equipo, el valor doble de los goles le daban el primer título oficial de la temporada. El Tata y todo el plantel alzaron los brazos, victoriosos. El título sabe bien, porque es una victoria importante, pero sobre todo porque se ganó pese a ser peor que el rival. El Barça tuvo el balón, pero no marcó más goles y tampoco tuvo más ocasiones. A este nuevo Barcelona le queda mucho que mejorar, sobre todo en esos intangibles que el Cholo Simeone sí ha sido capaz de inculcar en el Manzanares.

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