Nancy (Francia), 11 jul.- Los dos mejores ciclistas estadounidenses del Tour de Francia sufrieron percances en la séptima etapa y mientras Andrew Talansky se mostró muy duro con el australiano Simon Gerrans, a quien acusó de su caída, Tejay van Garderen maldijo su mala suerte.
"Está muy enfadado con Gerrans, aunque yo no sé de quién es la culpa de la caída", dijo el director de su equipo, Jonathan Vaughters.
El ganador de la pasada edición del Dauphiné cayó a gran velocidad con el esprint lanzado y cruzó la meta muy enfadado y sin querer hacer declaraciones a los medios de comunicación.
El director del Garmin indicó que "físicamente no parece que tenga nada importante, aunque una caída no es la mejor forma de preparar el Tour".
El estadounidense no perdió en la general ya que el reglamento computa el mismo crono a todos los ciclistas cuando caen en los tres últimos kilómetros.
Van Garderen, por su parte, se fue a tierra cuando faltaban 16 kilómetros para la meta y entró con un retraso de 1:03, lo que le sitúa en la general a 3.14 del líder, el italiano Vincenzo Nibali.
"No sé muy bien lo que ha pasado, alguien se ha descontrolado delante y otro me ha empujado por detrás. No me molesta tanto el tiempo perdido como la mala suerte de haberme caído", indicó el jefe de filas del BMC.
Tanto Talanski como Van Garderen forman parte de los candidatos al podium de París.
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