Hablar de Teresa Portela Rivas (Aldán, 1982) es hablar de una de las grandes del deporte español. 31 medallas en Europeos y Mundiales de piragüismo desde 2001, avalan un palmarés colosal conseguido con la única fórmula de "trabajo y dedicación", que todavía tiene páginas en blanco por ser escritas. Hace tan solo dos días, Teresa conseguía el bronce en los Mundiales de piragüismo de Milán en la modalidad de K1 200, una presea diferente a todas las anteriores.
"Todas las medallas son muy especiales ya que detrás de cada una hay mucho sacrificio y trabajo. Sin embargo, me quedaría con esta última. Ha sido un año en el que he tenido que parar debido al embarazo, y en el que ha nacido mi hija Naira. Sin duda alguna, tenerla ha sido un cambio enorme en mi vida. Cruzar la meta en Milán y verla a ella celebrándolo junto a mi marido fue muy bonito", explica Teresa.@teriportela recoge su medalla de Bronce en el campeonato del mundo de Milán.Enhorabuena!! pic.twitter.com/cbEh3pYNKF— fegapi.org (@federaciongapi) agosto 23, 2015
Naira cuenta tan solo con 17 meses de vida, y obviamente la vida de la deportista española ha pegado un giro de 360 grados. "Es lo mejor que me ha pasado en la vida", señala Teresa, que ahora tiene que vivir "a mil por hora" para combinar su rutina de entrenamientos con la feliz labor de criar a su hija.
Teresa vive actualmente en O Grove, una localidad costera situada a 40 kilómetros de Pontevedra, su ciudad de entrenamiento. Este es el día a día de una madre que al mismo tiempo es deportista de élite: "Me levanto a las 06.30 o 07.00 horas y me preparo yo para después hacer lo propio con la niña. La dejo en la guardería y pongo rumbo a Pontevedra. Entreno por la mañana y muchas veces recojo a mi hija para que pase la tarde con mis padres, mientras continúo con mis entrenamientos hasta las ocho".
En este "no parar" de viajes diarios al Centro de Tecnificación de Pontevedra, donde le recibe su entrenador y un grupo de trabajo, es fundamental la ayuda a la hora de cuidar de la pequeña Naira, de su marido David Mascato (antiguo piragüista), ya que la jornada de Teresa no tiene por qué terminar ahí. "Dedico todo el día al entrenamiento. También hay que sumar las visitas al fisioterapeuta que forman parte del proceso de recuperación", añade la palista de 33 años.
El mérito de su arduo trabajo adquiere una dimensión mayor al tener que estar "parada" después del embarazo. Para los deportistas de élite, cada día de entrenamiento es clave, y Teresa tuvo que recuperar unos niveles de fuerza que "habían bajado", en un proceso paulatino que fue de "menos a más" con el fin de evitar las "lesiones".Feliz Día de la madre! Contenta con el día de hoy, un 6 puesto en el Europeo.A seguir trabajando! pic.twitter.com/4Mm9GqMBXF— Teri Portela (@teriportela) Mayo 3, 2015
Naira ya ha visto en directo la primera medalla cosechada por su madre, y aunque se suele decir que de tal palo, tal astilla, Teresa Portela espera que su pequeña se apasione por el deporte, pero con elección propia: "Ya se verá, pero no tengo un especial interés porque ella haga piragüismo ni mucho menos. Sí que quiero que haga algún deporte, más que nada por su salud, pero que practique el que más le guste".Una medalla en Río 2016, su próximo reto
Teresa Portela se ha ganado por méritos propios haber participado en cuatro Juegos Olímpicos representando a España. Río 2016 es su nuevo objetivo, y es que los Juegos Olímpicos son su espinita clavada, tras lograr un cuarto puesto en Londres 2012, en la que fue su mejor posición en este tipo de certamen.
"En el momento me llevé una desilusión, pero analizándolo con perspectiva, terminar cuarta en unos JJOO es algo increíble. Ir a unos 'Juegos' implica superar una gran cantidad de cribas antes, como un test nacional que hay que ganar, y estar entre las 8 mejores del mundo, y yo lo hice. Ahora con el tiempo lo valoro. Fue un gran resultado y todo un éxito", afirma Teresa en relación a su cuarto puesto en Londres.
Ahora la deportista española está en forma y Río 2016 es el siguiente paso. Eso sí, la medalla que culminaría su espectacular currículo no se va a convertir en una "obsesión". A partir de septiembre comienza la reválida para Teresa, y tened por seguro que dará "lo mejor de sí" para luchar por la medalla en Brasil.De los inicios en Aldán a un retiro que sigue lejano
Aldán, una pequeña localidad de las Rías Baixas gallegas, es el lugar de nacimiento de Teresa Portela. Con 9 años surgió su pasión por el piragüismo después de probar con sus amigos del colegio un curso durante el verano. "En Aldán había fútbol o piragüismo, y me decidí por el segundo", rememora Teresa.
"Con esa edad quieres pasarlo bien y disfrutar, y el club de piragüismo estaba al lado de mi colegio. El grupo de amigos que tenía allí hizo mucho en mi futura continuación con este deporte", añade la piragüista que actualmente compite en la modalidad de K1, aunque también triunfó en el K2 y K4.
Después de 33 años, lejos quedan esos inocentes inicios en su pueblo natal, pero todavía parece que queda Teresa Portela para rato. Acostumbrada a marcarse objetivos a corto plazo, Teresa no se imagina su retirada: "Me resulta muy difícil hacerme a la idea de no competir. El deporte son ciertos años, y mientras esté motivada y tenga un objetivo en mente, seguiré".
Al menos un año más, los aficionados al deporte podrán seguir disfrutando de las hazañas de Teresa Portela Rivas, una de las primeras espadas de la representación española en los futuros Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. En Palabras de Teresa, "ojalá caiga la medalla, y lo que siga".
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