El futbolista del Norrköping, Andreas Johansson, protagonizó en un partido ante el AIK uno de los papeles más memorables de la historia del fútbol. Tras sentir la presencia de su rival delante de él, el centrocampista sueco decidió fingir una agresión. Sin embargo, hoy en día las cámaras captan cualquier movimiento, y en este caso Andreas Johansson quedó retratado al llevar a cabo uno de los piscinazos más lamentables de la historia de este deporte.
Su acción ha corrido como la pólvora por las redes sociales. Su rival, Bangura, no podía creerse lo que estaba presenciando y no pudo más que responder con una sonrisa ante la esperpéntica situación. Mientras tanto, Johasson se levantaba "aturdido" del ficticio y potente "golpe" que su rival le había propinado.
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