Vettel afianza su candidatura a la corona; Alonso al acecho del mínimo error

  • El alemán Sebastian Vettel (Red Bull) tiene todo de cara para conquistar la tercera corona mundial de Fórmula Uno, pero el español Fernando Alonso (Ferrari) ha dejado claro en la India que el teutón podría pagar caro el mínimo error.

Igor G. Barbero

Nueva Delhi, 29 oct.- El alemán Sebastian Vettel (Red Bull) tiene todo de cara para conquistar la tercera corona mundial de Fórmula Uno, pero el español Fernando Alonso (Ferrari) ha dejado claro en la India que el teutón podría pagar caro el mínimo error.

Los cuatro triunfos seguidos del germano, que igualan la marca del mítico Ayrton Senna y certifican su liderato, son un recordatorio de que al de Heppenheim, un piloto ya muy maduro pese a sus 25 primaveras, no le fallan los nervios en los momentos clave.

Tras un comienzo loco e igualado, los Red Bull han dado con la tecla en el tramo final del campeonato y sus bólidos marcan la diferencia con el resto desde la primera sesión de libres de los viernes hasta la carrera del domingo.

Cuando no son cinco, son seis las décimas en que Vettel aventaja al monoplaza escarlata del bicampeón mundial asturiano, una brecha insalvable que tratan de relativizar en Maranello ya sea por política de comunicación o por cuestión de orgullo italiano.

El caso es que tras semanas introduciendo cambios poco revolucionarios que se prueban hasta el último minuto, las modificaciones no dan frutos tangibles frente a los infalibles Red Bull de Adrian Newey.

Esta realidad tiene encendido a Alonso, que llegó a decir el sábado en el circuito indio de Buddh que no competía contra el pequeño "Kaiser" sino contra el mencionado diseñador de la escuadra austríaca, el gurú de la aerodinámica.

Hace un mes, el español se creía con el Mundial en sus manos y hoy se ve condenado a remar a contracorriente a la espera de que la estrategia, los errores o los problemas tengan un papel más relevante en las citas que quedan, como admite el propio jefe de Ferrari, Stefano Domenicali.

Su espectacular carrera en el GP de la India, donde se aupó al segundo puesto tras partir quinto, fue una auténtica bocanada de aire fresco en una prueba que tenía visos de ser monolítica al igual que en 2011, año del debut de la pista en el Mundial.

Vettel amplió a 13 puntos su ventaja sobre el asturiano, pero Alonso evitó una sangría mayor y mantuvo sus opciones "muy vivas".

Y, sobre todo, el español se llevó una victoria moral que supone un espaldarazo de cara a las tres últimas carreras (Abu Dabi, EEUU y Brasil), una de ellas, la de Austin, debutante en la competición, y por tanto poco previsible.

Más allá de la intensa puja entre la dupla dominadora, el GP de la India ha dejado en bandeja el título de constructores a los Red Bull, que este domingo en Abu Dabi podrían proclamarse ya campeones pues tienen actualmente un colchón de 91 puntos sobre la 'Scuderia'.

El resultado de ayer relega ya definitivamente a una lucha por el simbólico tercer puesto al australiano Mark Webber, compañero de Vettel en Red Bull, y a tres campeones mundiales: los británicos de McLaren Lewis Hamilton y Jenson Button, y el finlandés Miki Raikkonen (Lotus).

De ellos, solo Raikkonen, tercero en la tabla, y Webber, cuarto, conservan posibilidades matemáticas -aunque muy pocas- de salir aún campeones.

Peores recuerdos tendrán de la cita india seguramente el venezolano Pastor Maldonado (Williams), que una vez más registró una actuación muy discreta -decimosexto- que conduce a creer que su triunfo en España fue un milagro, o el mexicano Sergio Pérez (Sauber), que se marchó con el casillero a cero.

"Checo", que abandonó la prueba tras reventar un neumático en la carrera, registró así su tercera cita consecutiva sin puntuar, como si alguien hubiera hecho magia negra con él desde su fichaje por McLaren.

Su pobre resultado y mal fin de semana en general -empezó con resfriado y disputa con la escudería- no se debe en todo caso ni a las "chinchetas" que propuso jocosamente el rey Juan Carlos para boicotear a Vettel ni a la entrada de perros callejeros en pista.

Tras el incidente del año del estreno, la organización selló esta vez todas las posibles entradas de animales sueltos.

El evento, con una evidente mejor gestión que la pasada temporada, discurrió tranquilo en ese sentido y contó con buen ambiente en las gradas pese a estar más vacías de personajes de farándula y de público que en el debut (unos 70.000 espectadores frente a los 95.000 de 2011).

La nota polémica la puso este año Ferrari con su bandera de la Marina italiana en solidaridad con dos militares transalpinos detenidos en el gigante asiático, un gesto que disgustó en Nueva Delhi y obligó a la 'Scuderia' a matizar sus intenciones.

Quien no faltó fue el ubicuo Bernie Ecclestone, patrón de la F-1, que celebró su 82 cumpleaños en el circuito con poca pompa pero contento de que la cita india comience poco a poco a calar.

Eso sí, descartó que el país albergue a medio plazo un segundo Gran Premio, en contra de lo que se especulaba con Bombay.

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