Villarreal 2-2 Real Madrid: los blancos se ahogan en el océano del gafado 'submarino amarillo'

    • El Villarreal perdonó la vida de un Real Madrid mediocre y en el que el debut de Bale quedó ensombrecido por la imagen del equipo.
    • Bale y Cristiano Ronaldo remontaron el gol inicial de Cani, aunque Gio igualó el encuentro en el ecuador del segundo tiempo.

En El Madrigal se cumplieron dos máximas del fútbol: 'no hay rival pequeño' y 'el que perdona lo paga'. El Villarreal, un equipo recién ascendido y lejos de la su época de esplendor demostró que juega al fútbol como un equipo, algo con lo que le vale y le sobra para sobrevivir en Primera División y plantar cara a los equipos más grandes. Empero, al 'submarino amarillo' le faltó puntería, algo que acabó acusando ante un equipo con tanta pegada que en una ocasión te hace dos goles.

El Villarreal jugó bien, muy bien. Presionó arriba, dominó el balón, lo movió bien y llegó hasta el área rival. Los primeros cuarenta y cinco minutos del equipo castellonense fueron casi perfectos. Sólo le faltó una cosa para poder evaluar esa parte con una matrícula de honor: el gol. Sólo Cani -y casi sin querer- batió a Diego López. Lo hizo con un tiro mordido y con el cancerbero batido.

Era la justa recompensa tras veinte minutos de asedio continuo del Villarreal. Jonathan Pereira falló dos -la segunda clamorosa tras recoger un rechace en el segundo palo-, Trigueros llegó medio segundo tarde a otro balón dividido que acertó a despejar Carvajal y Aquino perdonó dos tiros en un mano a mano. En media hora, el Villarreal podía llevar cuatro goles. El luminoso indicaba uno.

El Madrid, sin hacer nada, empató. Fue Bale, que estuvo más rápido que Mario y aprovechó el centro raso de Carvajal desde la derecha. Eso fue lo mejor de los blancos en el primer tiempo.

El paso por vestuarios sí cambió algo. El Madrid empezó a hacer lo que se esperaba: coger el balón y atacar. Tampoco dominó con claridad meridiana y, por supuesto, siguió con los problemas defensivos que demostró durante todo el partido. Ni la pareja Illarramendi-Modric ni la pareja Khedira-Modric se enteraron de nada y dejaron constantemente vendidos a sus compañeros de la defensa. A eso hay que sumar la actuación irregular de Carvajal y Pepe, ambos lejos de su nivel.

Pese a ello, Cristiano marcó. Lo hizo con suerte. De rebote y en la acción más peligrosa del Madrid. A la contra, por supuesto. Su tiro dio en defensa, rebotó en su rodilla y se dirigió hacia la portería. Asenjo, desde el suelo, casi la detiente con el pie.

Poco duró la tristeza en El Madrigal. Cani volvió a ejercer de justiciero minutos después. No marcó pero su tiro desde la frontal que sólo pudo despejar Diego López lo recogió Gio, que sí batió al portero con un tiro al segundo palo. Con veinte minutos por delante, ambos equipos creían en la victoria.

Mostrar comentarios