Williams, el All Black musulmán logra su mejor ensayo en un campo de refugiados

    • El campeón del mundo de rugby se convirtió al Islam en 2008 y visitó un campo de refugiados en el Líbano en calidad de embajador de Unicef.
    • "No podía ni siquiera imaginarme cómo era esto", señaló Williams. Una niña de 12 años le guió por el terreno y le contó cómo su mejor amigo había sido asesinado a causa de una bomba.
Sonny Bill Williams, un All Black en un campo de refugiados sirios / Getty Images.
Sonny Bill Williams, un All Black en un campo de refugiados sirios / Getty Images.

"No podía ni siquiera imaginarme cómo era esto". Estas fueron las palabras de Sonny Bill Williams, una de las estrellas de la selección neozelandesa que recientemente se proclamó campeona del mundo. El jugador acudió a El Faida, donde visitó un campo de refugiados sirios en Líbano en calidad de embajador de Unicef.

Williams pudo conocer de primera mano las difíciles condiciones de vida de los refugiados sirios. "Lo que he visto y he sentido ha sido simplemente chocante. Me ha hecho comprender que era un ignorante en este tema", explica el campeón del mundo de rugby.

El deportista se llevó de El Faida un recuerdo de asombro y dolor, y es que en el Líbano en los últimos cinco años se han establecido como refugiados más de 1.200.000 de ciudadanos sirios. "El detalle que más me impactó fue la compresión de lo que significa ser un refugiado. Obviamente sabía lo que significaba la palabra, pero ¿cómo podremos conocer la realidad si no tenemos la oportunidad de vivirla?", se pregunta Williams.

E jugador 'all black' se convirtió al Islam en 2008 y durante su estancia en El Faida, una niña de 12 años llamada Fátima le guió por el campo de refugiados. Una de las paradas fue la escuela, donde Williams vio como todo funcionaba "a la perfección".

La historia de Fátima, como la de tantos otros refugiados, está marcada por el dolor. La joven le contó a Williams cómo su mejor amigo murió a causa de una bomba cuando su familia trataba de regresar a Siria. "No sé si yo, encontrándome en la misma situación, habría tenido esa fuerza", manifiesta el jugador de rugby.

Finalmente, el 'all black' visitó la casa de Fátima mientras la pequeña le contaba que vivía junto a sus padres y cuatro hermanos, y que como el campo de refugiados se sitúa sobre un suelo privado, su familia paga mensualmente 250 dólares.

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