El Gobierno tailandés propone chalecos antibala para profesores en el sur

  • El Ministerio de Educación de Tailandia propondrá que se entreguen chalecos antibala a los profesores en el sur del país ante el aumento de los asesinatos y atentados del movimiento separatista islámico, según indicó hoy la prensa local.

Bangkok, 19 dic.- El Ministerio de Educación de Tailandia propondrá que se entreguen chalecos antibala a los profesores en el sur del país ante el aumento de los asesinatos y atentados del movimiento separatista islámico, según indicó hoy la prensa local.

El anuncio del viceministro de Educación, Sermsak Pongpanit, se produjo dos días después del último ataque de los rebeldes musulmanes, quienes supuestamente mataron a dos funcionarios e hirieron a otros cinco, incluido un maestro en la provincia de Narathiwat.

Sermsak señaló que los chalecos podrían salvar vidas, ante el aumento de los ataques contra profesores y escuelas, según el diario "Bangkok Post".

La sugerencia ha sido bien recibida por el secretario general del Consejo de Seguridad Nacional, el teniente general Paradorn Patthanathabutr, quien afirmó que podrían entregar los chalecos de inmediato.

Los profesores ya cuentan con licencias de armas para poder defenderse de eventuales ataques y las autoridades estudian la colocación de detectores de bombas y cámaras en todas las estaciones de tren en las provincias de Pattani, Yala y Narathiwat.

Al menos 157 profesores, en su mayoría budistas, han muerto desde que los rebeldes reiniciaron la lucha armada en 2004, mientras que la cifra total de muertos supera los 5.300.

El pasado martes, un grupo de insurgentes abrió fuego contra un colegio en Pattani y mató al director del centro y a un docente que estaban comiendo en el interior, según la Policía.

Unas horas antes, una niña de dos años, una mujer de 23 y dos hombres de 37 y 74 murieron al ser tiroteados por cuatro separatistas musulmanes en una tetería en la vecina provincia de Narathiwat.

Entre finales de noviembre y principios de diciembre, los rebeldes también provocaron sendos incendios en dos escuelas en Pattani, quemando once aulas en la primera y una en la segunda.

Los profesores y los alumnos son escoltados por soldados a la entrada y salida de las clases, pero el sentimiento de inseguridad es alto, sobre todo después de que uno de los ataques fuera perpetrado por insurgentes disfrazados con uniformes del Ejército.

La ONG Human Rights Watch (HRW) denunció a los rebeldes musulmanes, a los que instó a frenar las ejecuciones de profesores que calificó de "depravadas y faltas de humanidad".

Según Brad Adams, director de HRW en Asia, "los profesores están arriesgando sus vidas para garantizar el acceso de la educación en el sur de Tailandia. Pero el Gobierno se encuentra todavía en un ciclo de respuestas no efectivas a las amenazas diarias contra los profesores y estudiantes".

Los ataques, que no suelen ser reivindicados por ningún grupo en concreto, van dirigidos en la mayoría de las ocasiones contra supuestos informantes y profesores, a los que los insurgentes acusan de imponer la cultura budista y tailandesa en las provincias de mayoría musulmana.

Los atentados con armas ligeras, asesinatos y atentados con explosivos en Pattani, Narathiwat y Yala, se repiten casi a diario a pesar del despliegue de unos 40.000 efectivos de las fuerzas de seguridad y la vigencia del estado de excepción.

Los insurgentes denuncian la discriminación que sufren por parte de la mayoría budista del país y exigen la creación de un Estado islámico que integre estas tres provincias, que configuraron el antiguo sultanato de Pattani, anexionado por Tailandia hace un siglo.

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