La Flotilla de la Libertad pide a gobiernos que "rompan el silencio cómplice"

Madrid, 25 oct.- La Coalición Internacional de la Flotilla de la Libertad reclamó hoy a los gobiernos de los países cuyos ciudadanos viajaron en el barco "Estelle", entre ellos España, que "rompan el silencio cómplice" que, a su juicio, mantienen con las políticas de "ocupación" en Palestina.

La Coalición ha redactado un documento con sus reivindicaciones después de que el "Estelle", perteneciente a la denominada "III Flotilla de la Libertad", fuera interceptado el pasado 20 de octubre por la marina israelí cuando se aproximaba a las costas de Gaza.

A bordo del Estelle viajaban treinta ciudadanos de Finlandia, Suecia, Noruega, Canadá, Italia, Grecia, Israel y España, junto a parlamentarios de algunos de estos países, con el objetivo de romper el bloqueo marítimo israelí a aguas palestinas.

Los españoles que se encontraban a bordo eran el diputado de Izquierda Unida Ricardo Sixto, la activista Laura Arau y la abogada Begoña Zabala, quienes llegaron el pasado domingo a España tras ser detenidos por las autoridades israelíes.

La Coalición asegura en la declaración que la "violencia" con la que se encontraron los tripulantes por parte del ejército de Israel "es solo un reflejo de la inherente violencia de las políticas de ocupación".

"No es realmente nada comparado con la situación en la que se encuentra atrapada toda la población palestina día a día desde hace más de cinco años", lamenta el documento, en el que se asegura que la carga a bordo del barco "sigue secuestrada" en el puerto israelí de Ashdod.

Entre otros, hay dos olivos, 41 toneladas de cemento, sillas de ruedas, andadores, muletas, estetoscopios para asistencia al parto, libros infantiles, juguetes, y una radio, todo ello donado o comprado con donaciones.

Así las cosas, la Coalición ha exigido a Israel y a los gobiernos que "mantienen un silencio cómplice con las políticas de ocupación en Palestina", que se facilite la devolución del barco y su carga.

Además, reivindica una reacción con "determinación" contra el "violento" ataque en aguas internacionales y el fin del bloqueo a Gaza: "esta forma de castigo colectivo debe acabar. No es aceptable ni posible construir seguridad o paz sobre la base del castigo", apunta.