Aniversario centenario

Los 100 años de Disney: sueños y pesadillas en la casa de Mickey Mouse

La compañía celebra su centenario en plena reinvención del negocio, tras haber sido sometida a un revisionismo interno y externo para ajustarse a los nuevos tiempos.

Los 100 años de Disney: sueños y pesadillas en la casa de Mickey Mouse
Los 100 años de Disney: sueños y pesadillas en la casa de Mickey Mouse
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Cien años no se cumplen todos los días. Especialmente en el mundo empresarial, donde el paso del tiempo puede ser tan cruel como un villano de Disney. Sin embargo, la casa de Mickey Mouse parece haber superado todas las pruebas a las que se ha enfrentado… aunque para ello haya tenido que reinventar su modelo de negocio y se haya visto sometida a un revisionismo interno y externo para ajustarse a los nuevos tiempos. No es de extrañar que, en la exposición que conmemora su centenario en Madrid estos días, los más veteranos se encuentren algo descolocados ante la mezcla indiscriminada de iconos de Pixar, 'princesas Disney', Frozen, Marvel o Star Wars.

¿Quién le diría a Walt Disney que su empresa sería la encargada de dar luz a las espadas láser de Luke Skywalker y compañía? Cada vez queda menos de su sueño original. Porque, especialmente en los últimos años, la compañía ha sabido adaptarse al 'streaming', la ola feminista o el discurso antixenófobo. Pero, ¿reinventar a una ‘Sirenita’ negra de carne y hueso o incluir personajes homosexuales en la reciente 'Lightyear' son cambios suficientes para borrar las polémicas del pasado? En esta fecha tan especial, es crucial abrir la ventana para ventilar no solo las habitaciones de los cuentos de hadas que todos conocemos, sino también aquellos rincones oscuros que se esconden detrás de la cortina de la magia.

En estos 100 años, desde su primer dibujo animado, pasando por la creación del parque temático más famoso del mundo hasta el lanzamiento de Disney+, la compañía de Mickey Mouse se ha incrustado en la psique colectiva de manera tan profunda que resulta difícil imaginar un mundo sin su presencia. Especialmente para los niños. Incluso en estos tiempos de 'streamers', 'gamers' y 'youtubers', más de la mitad de los hogares con hijos menores de 10 años se han suscrito a la popular plataforma de Disney. Una influencia en la cultura popular ha transformado la infancia de generaciones, modelando ideales y expectativas desde edades tempranas.

Porque Disney no es solo un nombre; es una marca, un sello de calidad que muchos seguimos asociando con la excelencia en el mundo del entretenimiento. A pesar de los reboots posteriores, seguimos adorando 'El Rey León' (1994), aquella ópera animalística que rompió récords de taquilla, recaudando más de 968 millones de dólares en todo el mundo. Ahora, con la adquisición de Marvel y Star Wars, la casa de Mickey Mouse trata de abarcar un espectro demográfico que va más allá de las fronteras y las edades. En números concretos, la plataforma Disney+ logró acumular más de 116 millones de suscriptores en sus primeros dos años, desafiando a rivales como Netflix y Amazon Prime.

Sexismo, racismo e inductor de una huelga de guionistas

Pero no todo ha sido color de rosa en el castillo Disney. A lo largo de los años, la compañía ha sido objeto de críticas por perpetuar estereotipos de género y raciales en sus producciones tempranas. Los personajes femeninos, a menudo retratados como damiselas en apuros esperando a sus príncipes, han sido cuestionados por su impacto en la percepción de roles de género. Por ejemplo, películas como 'Dumbo' han sido criticadas por representaciones racialmente insensibles, lo que ha derivado en una campaña revisionista que ha llegado hasta los Teleñecos.

Por otra parte, la propia figura de Walt Disney también ha sido objeto de controversia. A pesar de ser el visionario detrás de este emporio, sus presuntas inclinaciones antisemitas y misóginas pusieron en entredicho las buenas intenciones del magnate. Además, como gestor de personas tampoco eludió los problemas: la leyenda dice que Walt Disney ejercía un fuerte control sobre sus empleados, tanto que les prohibía dejarse bigote o barba para no eclipsar su figura.

Sea cierta o no aquella historia, lo que sí sabemos es que su decisión de no incluir los nombres de los guionistas de Blancanieves en los créditos de la película provocó una de las primeras huelgas del sector. Los trabajadores se unieron al Screen Cartoonist Guild, un sindicato perseguido por Disney que luchaba por los derechos de sus trabajadores. A regañadientes, el magnate aumentó el salario de sus empleados, aunque varios de ellos fueron despedidos.

En cuanto a producciones que terminaron en fracaso, hay varios ejemplos sonados. Pero ninguno como 'El caldero mágico', una ambiciosa película que resultó ser un fiasco financiero, costando 44 millones de dólares y recaudando solo 38 millones. Estrenada en 1985, narra la historia de un joven que debe frenar al Rey del Mal, que está a punto de resucitar junto a un ejército de muertos, al más puro estilo 'Juego de tronos' con sus caminantes blancos. Una historia que tal vez hoy en día funcionaría (de hecho, se ha reestrenado en Disney+), pero que hace cuatro décadas resultó ser demasiado macabra para el público. 

De icono infantil al multiverso de Marvel

Precisamente la introducción de Disney+ en 2019 ha supuesto toda una revolución, una expansión del universo de Mickey Mouse hacia nuevos mundos y sagas. Una plataforma que no solo ha atraído a un público más joven con series y películas adaptadas a los nuevos tiempos, sino que también ha cautivado a adultos con producciones más maduras o basadas en la añoranza, como el caso 'The Mandalorian' o 'WandaVision'. El alcance de Disney parece no tener límites. 

Cien años después de su nacimiento, Disney se encuentra en un punto de inflexión. Su legado es indiscutible, pero también lo son las críticas que ha acumulado en su camino. Como diría el propio Walt Disney, "todos tus sueños pueden hacerse realidad si tienes el coraje de perseguirlos". Pero incluso los sueños más dulces pueden tener su lado oscuro. Es en este vaivén entre la luz y la oscuridad -gracias, George Lucas- donde se encuentra la verdadera esencia de Disney: un gigante capaz de mostrarnos lo mejor y lo peor de nosotros mismos, en el que conviven tanto la fantasía como la realidad en su forma más cruda.

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