65 detenidos por vaciar cuentas corrientes de extranjeros tras robarles las claves bancarias


Un total de 65 personas han sido detenidas en Barcelona y otras provincias por formar parte de una banda que, mediante ‘phising’ o robo de datos bancarios, sustraía dinero de cuentas corrientes de ciudadanos de otros países.
La red, aunque centraba su actividad en la zona de Barcelona, también operaba en las provincias de Jaén, Alicante, Valencia y Castellón. La trama, según los primeros cálculos, se había apropiado de cerca de 500.000 euros de ciudadanos extranjeros.
Los arrestos, entre los que hay rumanos y españoles, han sido posibles gracias a una operación conjunta de la Policía Nacional y la Guardia Urbana de Cornellà de Llobregat (Barcelona).
Hay afectados por esta trama delictiva en ocho países europeos -Alemania, Francia, Finlandia, Gran Bretaña, Holanda, Hungría, Irlanda, Luxemburgo y Suecia-, así como en EEUU y Australia.
171 VÍCTIMAS
Una vez conseguidos los datos bancarios de forma fraudulenta por parte de los piratas informáticos o ‘phishers’, que se encontraban en Rumanía, se realizaban transferencias ilícitas desde estas cuentas a otras abiertas en nuestro país por otros miembros de la organización. Éstos, conocidos en el argot como ‘muleros’, extraían el efectivo transferido en cajeros automáticos o directamente en las oficinas bancarias para luego trasladarlo personalmente o a través de empresas de envío de dinero a Rumania.
Entre los arrestados se encuentra el líder de la organización en España -que percibía el 30% de los beneficios de esta actividad delictiva- y hasta el momento hay 171 afectados identificados
Una vez que el dinero era transferido a bancos españoles, lo implicados lo retiraban en sucursales de Barcelona, Jaén, Alicante, Valencia y Castellón. Los fondos eran trasladados luego a Rumanía en efectivo, algo que hacían colaboradores o ‘muleros’ de la trama o empresas de envío de dinero.
DENUNCIA DE UN BANCO
Entre los arrestados se encuentra el líder de la organización en nuestro país, que percibía el 30% de los beneficios que obtenían con esta actividad delictiva. Hasta el momento hay identificadas 171 víctimas de distintas nacionalidades.
La investigación comenzó en marzo de 2013, a raíz de la denuncia presentada por una entidad bancaria que alertaba del uso de tarjetas falsificadas de su entidad para realizar pagos fraudulentos en comercios de la provincia de Barcelona. A partir de esta información, los agentes identificaron como presuntos autores a varios ciudadanos de nacionalidad española y rumana.
Por otro lado, la Guardia Urbana de Cornellà de Llobregat informó a los investigadores de la existencia de un grupo de delincuentes habituales que, al parecer, se dedicaban a la clonación de tarjetas de crédito y a la extracción en cajeros automáticos de efectivo procedente de transferencias ilícitas. Constatada la relación entre ambas informaciones, se estableció un equipo conjunto de investigación entre ambas Policías.

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