Durante el mes de agosto el área de Desarrollo Urbano Sostenible puso en marcha los trabajos en el puente que une Arganzuela y Retiro para solucionar los problemas urgentes de accesibilidad y seguridad de esta infraestructura, informaba entonces el Consistorio.
Se ha actuado en el ancho de las aceras para el paso de personas con movilidad reducida y en la altura de las barandillas del puente de Pedro Bosch, de acuerdo a las demandas recogidas en el estudio técnico de este espacio urbano. La inversión neecsaria fue de 266.667 euros.
EJE CÍVICO QUE UNA EL RETIRO Y EL TIERNO GALVÁN
El resto de actuaciones planteadas en el estudio participado se presentarán próximamente. Con ellas se quiere aumentar las zonas peatonales, las verdes y los usos ciudadanos para crear un 'eje cívico' que una el parque del Retiro con el Tierno Galván.
El puente de Pedro Bosch, que une Doctor Esquerdo con Méndez Álvaro y que transcurre en su mayor parte por un paso elevado sobre las vías de tren de la estación de Atocha y la avenida de Ciudad de Barcelona, supone en la actualidad una barrera arquitectónica entre Retiro y Arganzuela, especialmente para peatones y ciclistas.
El objetivo de este proyecto interdistrital pasa por convertir esta plataforma en un nuevo espacio público que una realmente los barrios de Atocha, Pacífico y Adelfas.
El Ayuntamiento de Madrid aspira a "reciclar" el paso elevado de la calle Pedro Bosch, no soterrarlo ni desmantelarlo por los costes económicos y medioambientales que supondría, y pone sobre la mesa su peatonalización parcial dado que este Scalextric ha dejado de cumplir la función que tenía cuando se ideó en los años 70.
Así lo explicaron en la sesión inaugural de los talleres participativos los concejales de Retiro y Arganzuela, Nacho Murgui y Rommy Arce, respectivamente. Así se podría liberar espacio para otras actividades, como las pistas deportivas ya iniciadas en los bajos del Scalextric con un diseño participado con la ciudadanía.
AFLUENCIA DE TRÁFICO LIMITADA
El estudio analiza el papel residual de algunas infraestructuras diseñadas hace 40 años y las barreras o heridas urbanas que generan entre dos distritos vecinos sobre el papel aunque alejados si se tienen en cuenta las opciones de movilidad, casi como si vivieran de espaldas uno de otro.
El tráfico del paso elevado tampoco sería un problema dado que un estudio preliminar ha revelado que tiene una afluencia limitada que no justifica una infraestructura de estas características. Sería además el remate de una de las reivindicaciones históricas del distrito.
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