BBVA mejora las previsiones de crecimiento para España al 3,3% en 2016

El servicio de estudios del BBVA ha elevado sus previsiones de crecimiento de la economía y prevé que el PIB crezca el 3,3% este año y el 2,5% en 2017. Aunque advierte de que el próximo Gobierno tendrá que llevar a cabo reformas ambiciosas para alcanzar los objetivos de déficit público y para despejar incertidumbres fiscales.El informe 'Situación España' señala que la última modificación de la forma de pago del Impuesto de Sociedades  ayudará a reducir el desequilibrio de las cuentas públicas -el Gobierno espera recaudar 8.300 millones- pero tendrá efectos negativos. Se espera que aumente la incertidumbre sobre política tributaria y que disminuya el nivel de inversión a largo plazo de las grandes empresas.Los motivos de este crecimiento, superior al de cualquier país de la eurozona, se explican por el crecimiento del consumo privado, que estará en el 3,3% en 2016, en línea con lo previsto en septiembre, y del 2,3% en 2017, tres décimas más de lo esperado. A lo que hay que sumar el aumento de turistas que eligen España como consecuencia de "un contexto geopolítico que sigue siendo negativo en algunos de los principales competidores del mercado turístico español".Si en el tercer trimestre se cumplió la expectativa de crecimiento (0,7%), los indicadores del cuarto trimestre sugieren que el crecimiento está siendo mayor que el previsto, del 0,7% o el 0,8%. Aunque señala el BBVA Research que "La incertidumbre sobre política económica podría seguir restando alrededor de 0,5 puntos porcentuales al crecimiento durante el presente bienio".El déficit, por encima de lo previsto

Asimismo, el estudio correspondiente al tercer trimestre del año incide en que será necesario un ajuste para cumplir con el objetivo de déficit del 3,1% del PIB para 2017. Estima un déficit público del 4,6% del PIB para este año y del 3,6% del PIB para el que viene. En línea con lo que apuntó el ejecutivo en funciones de Mariano Rajoy en los Presupuestos que elaboró antes de ser elegido presidente. Motivo por el que Bruselas exige un recorte de 5.000 millones.

En esta línea, apuesta por continuar en el campo de las reformas a largo plazo para incentivar la creación de empleo y la actividad económica, ampliando a su vez las bases de recaudación de impuestos, así como por el control del gasto en las administraciones públicas y por un impulso de la transformación digital en la Administración.En cuanto al mercado laboral, señala que si el cuarto trimestre evoluciona en línea con lo esperado, el empleo crecerá el 2,8% en el conjunto del año y la tasa de paro se situará en el 19,7%, frente a una creación de puestos de trabajo del 2,7% para 2017 y un desempleo del 18,1%.Por otro lado, destaca el estudio que el impacto de la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) "se modera". Aunque reconocen que la inflación volvió a tasas positivas por primera vez en lo que va de año "como consecuencia de la menor presión a la baja en los precios de la energía y la práctica estabilidad de inflación subyacente".La previsión más optimista El informe del BBVA ofrece un panorama más esperanzador que el de otras entidades. De momento, el que no quiere lanzar las campanas al vuelo es el Gobierno. Luis de Guindos, ministro de Economía, fijó el crecimiento para 2016 en el 2,9% hace unos meses y del 2,3% en 2017. Aunque recientemente insinuó, menos comedido, que el PIB estaría más cerca del 3,5% que del 3%.Otras instituciones como el Banco de España fijaban el crecimiento para 2016 en el 3,2%, mientras que para 2017 y 2018 mantenía el 2,3% y el 2,1%  previsto. Mientras, el Fondo Monetario Internacional (FMI) deja el crecimiento español en el 3,1%, la economía desarrollada que más crecerá. Pero para 2017 lo baja al 2,2%. Sólo la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) coloca el crecimiento en el 3,3%. Así, a pesar de unas décimas arriba o abajo, lo que está claro es que la economía española sufrirá una desaceleración en los años venideros.