EL FMI ELEVA AL 2,3% Y AL 2,1% LA PREVISIÓN DE PIB PARA ESPAÑA EN 2017 Y 2018

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha revisado al alza las proyecciones de crecimiento de la economía española para 2017 y 2018, hasta el 2,3% y el 2,1%, respectivamente, según la nueva actualización de su ‘World Economic Outlook’.
De acuerdo con el informe, este dato supone una mejora de una décima en 2017 y dos décimas para 2018 con respecto a la anterior proyección efectuada por el organismo internacional.
Estas cifras están, no obstante, por debajo de la previsión oficial del Gobierno de Mariano Rajoy, que sitúa el PIB en el 2,5% este año y 2,4% en 2018.
Con respecto al pasado ejercicio 2016, el FMI estima que España creció un 3,2%, la misma cifra que durante el año 2015.
El crecimiento de España está muy encima de otros países de la UE, como por ejemplo Alemania, que crecerá un 1,5% en 2017 y en 2018; Francia con un 1,3% y un 1,6%; o Italia, cuyo PIB avanzará un 0,7% este año y un 0,8% en 2018.
El FMI apunta que el producto continúa por debajo de su nivel potencial en una serie de economías avanzadas, "sobre todo la zona del euro".
Por su parte, la economía mundial registrará un repunte del 3,4% este año y un 3,6% en 2018, si bien el FMI mantiene invariable este pronósito con respecto a su anterior proyección de octubre de 2016.
ESTADOS UNIDOS
El FMI subraya el "deslucido" resultado de 2016, si bien señala que las proyecciones apuntan a un repunte de la actividad económica en 2017 y 2018, especialmente en las economías de mercados emergentes y en desarrollo.
"Sin embargo, existe una amplia dispersión de posibles desenlaces en torno a las proyecciones, dada la incertidumbre que rodea a la orientación de las políticas del gobierno estadounidense entrante y sus ramificaciones internacionales", manifiesta el organismo.
Para el FMI, la actividad mundial podría acelerarse con más fuerza si la política de estímulo fuera más contundente de lo previsto actualmente en Estados Unidos o en China.
Entre los riesgos negativos destacan "un posible vuelco hacia plataformas de políticas aislacionistas y el proteccionismo, un deterioro de las condiciones financieras mundiales más pronunciado de lo esperado que podría interactuar con las debilidades de los balances en partes de la zona del euro y
en algunas economías de mercados emergentes, un recrudecimiento de las tensiones geopolíticas, y una desaceleración más grave en China".