GREENPEACE PROPONE REDUCIR UN TERCIO EL TRÁFICO DE COCHES EN LAS CIUDADES HASTA 2030

- Para disminuir en un 50% las emisiones contaminantes. Greenpeace anunció este miércoles que va a iniciar contactos con las grandes ciudades españolas con el fin de que rebajen sus emisiones contaminantes un 50% hasta 2030, para lo que deberían reducir un 35% los desplazamientos de vehículos en las grandes áreas urbanas y metropolitanas, y derivarlos al transporte público, la marcha a pie y la bicicleta.
La organización ecologista hace esta recomendación en el informe ‘El transporte en las ciudades: un motor sin freno del cambio climático’, presentado en una rueda de prensa en Madrid por Mario Rodríguez, director ejecutivo de la ONG, y Mariano González, responsable del estudio y de la campaña de Transporte de la organización.
Rodríguez destacó que Greenpeace quiere “hurgar en el tablero del transporte” con “retos muy ambiciosos” para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero con planes de movilidad urbana que se traduzcan en “menos emisiones de CO2, menos contaminación, mayor calidad del aire y, por lo tanto, menos enfermedades y muertes”.
González apuntó que el transporte es responsable de un 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero en España, de las cuales un 40% corresponden a la movilidad en zonas urbanas y metropolitanas.
Además de una reducción del 35% en los viajes en coche, González consideró necesario mejorar la eficiencia del parque móvil en un 35% (en parte con la introducción del vehículo eléctrico) y aumentar un 15% la ocupación media actual de los automóviles y los medios ferroviarios, y en un 30% la de los autobuses. Esto supondría sacar de la circulación 9,6 millones de coches, esto es, un 44% de los que hay actualmente.
Para González, perseguir estas metas en los planes de movilidad de las ciudades es “viable y razonable” para alcanzar el objetivo de reducción de emisiones de CO2 y que la temperatura media del planeta no supere los 1,5ºC respecto a la era preindustrial, meta recogida en el Acuerdo de París.
SEIS PRINCIPALES ÁREAS METROPOLITANAS
El informe revela que las principales seis áreas metropolitanas (Barcelona, Bilbao, Madrid, Málaga, Sevilla y Valencia) suman casi la mitad de las emisiones de movilidad urbana y que todos los municipios de más de 50.000 habitantes engloban el 86% de todas ellas.
En el informe, Greenpeace analiza los planes de movilidad de esas seis grandes ciudades y de sus áreas metropolitanas en función de objetivos, indicadores de cumplimiento, cronograma de distribución de las medidas y presupuesto, entre otras variables, y, según González, ha comprobado que todas tienen mucho que mejorar, aunque algunos municipios han comenzado a adoptar medidas.
Barcelona destaca porque tanto el plan de movilidad de la ciudad como el de su área metropolitana son los que mejor elaboración presentan. En segundo lugar estaría Madrid con su área metropolitana y después vendría Valencia, aunque superaría a Madrid si sólo se tienen en cuenta los planes urbanos.
Málaga ocupa la cuarta posición al disponer de un mejor plan urbano que Sevilla, aunque la capital andaluza gana en cuanto a su plan metropolitano.
Bilbao y su área metropolitana no cuentan actualmente con ningún plan, aunque en el caso de la capital vizcaína aparentemente se encuentra en fase de elaboración, por lo que esta urbe vasca queda relegada al último lugar del ranking.
Por ello, González indicó que Greenpeace va a iniciar una campaña de contactos con las grandes ciudades españolas para que actualicen o elaboren nuevos planes de movilidad con el fin de que se comprometan a esa redución del 50% en las emisiones de CO2.
Entre las propuestas de Greenpeace para conseguir este objetivo están transformar las ciudades para dedicar menos espacio a los vehículos y más a “formas más amables” de desplazarse, como el transporte público, la bicicleta o a pie; reducir la velocidad máxima a 30 km/h como límite general y puntualmente a 50 km/h en algunas vías y a 70 km/h en las vías de circunvalación y de acceso a las localidades; impulsar el vehículo eléctrico; medidas fiscales y tarifarias que incrementen las tasas por circular y aparcar a los vehículos de mayor tamaño, cilindrada y consumo de carburante, y un plan para que las mercancías vayan en vehículos de tracción humana o eléctrica.