LA MISIÓN EXOMARS LLEGA A MARTE TRAS UN VIAJE DE SIETE MESES

El módulo Schiaparelli de la misión ExoMars, con la que la Agencia Espacial Europea (ESA) y la rusa Roscosmos investigarán el entorno de Marte y pondrán a prueba diversas tecnologías de descenso, aterrizará este miércoles en el 'planeta rojo' tras un viaje de siete meses.
Alejandro Cardesin, ingeniero de operaciones científicas de ExoMars, explicó a Servimedia que la misión consta del orbitador TGO (Trace Gas Orbiter) y un módulo de descenso, Schiaparelli, que se posará hoy sobre la superficie marciana.
Su principal objetivo es probar diferentes tecnologías para la reentrada en la atmósfera de Marte y el aterrizaje sobre su superficie. En una segunda fase, la misión intentará recoger muestras que podrían probar la existencia de vida en el planeta.
Según Cardesin, Europa lograría con ello situarse al nivel de otras potencias aeroespaciales como Estados Unidos, que “en lo referente a tecnologías de aterrizaje nos llevan aún cierta ventaja”.
El pasado domingo la sonda Schiaparelli se separó del orbitador TGO para iniciar el descenso y este último comenzó a acercarse a la órbita de Marte, a fin de establecer hoy mismo una trayectoria en torno a dicho planeta.
El módulo posee una estación meteorológica en su interior para conocer mejor la superfice marciana, aunque sus baterías apenas durarán seis u ocho soles de aquel planeta (no tiene alimentación directa).
Podrá medir la temperatura, la humedad, la velocidad del viento y la presión, prosiguió el experto, aunque su propósito fundamental es probar la fiabilidad del escudo térmico, más grueso por si la reentrada se produce en medio de una tormenta de arena; del paracaídas supersónico de 12 metros de diámetro; de los sistemas de guiado, navegación y control, y de una estructura deformable para la toma de tierra final.
Una vez en órbita alrededor de Marte, TGO utilizará una técnica pionera entre las misiones de la ESA conocida como aerofrenado, a fin de lograr una trayectoria circular y más cercana al planeta.
INVESTIGAR LA ATMÓSFERA MARCIANA
Al principio seguirá una órbita muy elíptica que en los extremos puede llegar a los 100.000 kilómetros de distancia.
“Nuestro propósito es aprovechar la friccción del roce con la atmósfera marciana para reducir el radio hasta los 400 kilómetros de distancia y volver la trayectoria más circular”, indicó Cardasin.
"Estimamos", agregó, "que este proceso puede prolongarse hasta finales de 2017. Una vez estabilizado, TGO medirá y analizará los gases presentes en la atmósfera de Marte y, en especial, los infrecuentes gases traza. Se centrará en detectar la existencia, cantidad y distribución del gas metano, que en la Tierra es de origen biológico o vulcánico y suele ser una prueba de la presencia de vida".
El ingeniero señaló que quieren comprobar “si realmente hay metano, si este circula por la atmósfera o si solo se da durante cortos períodos de tiempo”.
El siguiente reto de ExoMars tendrá lugar en 2020, cuando se envíe un pequeño robot capaz de desplazarse cientos de metros por la superfice del planeta y se puedan llevar a cabo mediciones y experimentos mucho más complejos, que se transmitirán a la Tierra desde TGO.
El centro de la ESA en Villafranca del Castillo, en la Comunidad de Madrid, será el encargado de recibir los datos procedentes del orbitador, analizarlos y distribuirlos después al resto de unidades científicas.

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