Los ingresos netos descendieron un 8,4%, hasta 2,65 billones de yenes (22.800 millones de euros), mientras que el beneficio operativo se situó en 175.800 millones de yenes (1.515 millones de euros), un 9,2% menos.
"Nissan ha obtenido unos resultados sólidos en el primer trimestre del año a pesar de los efectos adversos del cambio de divisas y de la continuada volatilidad en los mercados emergentes", indicó el presidente y consejero delegado de la compañía, Carlos Ghosn.
"La demanda de productos 'core', particularmente la de Norteamérica, así como nuestra continuada atención a la eficiencia de costes, contribuyó a la mejora del rendimiento subyacente", explicó el directivo.
Ghosn consideró que este mejor comportamiento subyacente sitúa a la compañía en condiciones de cumplir los objetivos para el conjunto del año. La ofensiva actual de productos, la disciplina financiera y los beneficios de la alianza internacional contribuirán a este objetivo, señaló.
Para el conjunto del nuevo año fiscal, la compañía prevé obtener un beneficio neto de 525.000 millones de yenes (4.525 millones de euros), según la información remitida este miércoles.
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