Diess explicó que las inversiones estarán acompañadas del plan de reestructuración de plantilla sin despidos ya anunciado, que tendrá un impacto positivo de 3.700 millones a partir de 2020, de los que 3.000 millones corresponden a las plantas de Alemania.
Estas decisiones suponen "un paso clave" para garantizar la rentabilidad de la empresa y permitirán a la empresa mejorar sus ganancias operativas. Los márgenes operativos registrarán un incremento del 6% en torno a 2025.
El objetivo de la marca es "reposicionarse" y, para cumplirlo, el consejo de dirección de la marca ha aprobado el programa Transform 2025, que orientará a la empresa en sus actividades futuras.
La nueva estrategia se centra en un posicionamiento más claro de la presencia de marca en varias regiones, apoyado en mejores en aspectos como la eficiencia y la productividad.
Al mismo tiempo, se realizarán grandes inversiones en las áreas de 'e-movilidad' de conectividad, con el objeto de responder a los retos tecnológicos de la sociedad y de la propia industria. La empresa ha diseñado un lema para esta etapa, que será 'Volkswagen: Moving People Forward'.
La transformación de la empresa se realizará en tres fases. La primera se prolongará hasta 2020 y en ella la marca se reestructurará por completo, lo que implica un cambio en sus valores y el desarrollo de nuevas competencia.
En la segunda fase, hasta 2025, intentará hacerse con el liderazgo en las soluciones de movilidad sobre la base de su perfil de fabricante de referencia.
El cambio quedará completado posteriormente con la toma del liderazgo mundial mediante un realineamiento de la estrategia del producto mediante una ofensiva en el segmento de SUV en un primero momento y una apuesta posterior por la electrificación.
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