Abás da luz verde a la dimisión de su primer ministro, Salam Fayad

  • El presidente palestino, Mahmud Abás, aceptó hoy la dimisión del primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Salam Fayad, tras un período de desencuentro entre ambos por la difícil situación económica en Cisjordania.

Nuha Musleh

Ramala, 13 abr.- El presidente palestino, Mahmud Abás, aceptó hoy la dimisión del primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Salam Fayad, tras un período de desencuentro entre ambos por la difícil situación económica en Cisjordania.

Fayad, de 61 años, entregó formalmente su dimisión al presidente palestino en un encuentro de media hora celebrado esta noche en la sede de la gobernación palestina en la ciudad cisjordana de Ramala, informó la presidencia en un comunicado difundido por la agencia oficial palestina Wafa.

La nota destaca que Abás aceptó la dimisión y le agradeció al primer ministro "sus éxitos en la construcción de las instituciones nacionales en tiempos difíciles".

El presidente palestino también le pidió que encabece un ejecutivo con carácter transitorio hasta que se constituya el nuevo gobierno, para el que aún no ha elegido a ningún candidato.

Algunos nombres que en el pasado fueron barajados como posibles sustitutos de Fayad son el economista Mohamed Mustafá, director del fondo palestino de inversiones; el empresario Mazen Sonokrot, ex ministro de Economía; y Rami Hamdala, presidente de la Universidad A-Najah de Nablus.

Esta misma semana Fayad le había manifestado a Abás su decisión de dejar el cargo, aunque el presidente de la ANP se encontraba en el extranjero y su aceptación quedaba pendiente de resolución, según confirmó a Efe una fuente oficial palestina que pidió el anonimato por la sensibilidad que suscita la información.

El primer ministro, cuyo ejecutivo gobierna en Cisjordania (pues la franja de Gaza se encuentra bajo control del movimiento islamista Hamás), ya había manifestado a finales del año pasado su deseo de dimitir, tras arrasar el territorio palestino una ola de protestas por los recortes que se vio obligado a aplicar y el retraso sistemático en el pago de los salarios al funcionariado.

En los últimos meses, dirigentes del partido Al Fatah, presidido por Abás, responsabilizaban a Fayad de la crítica situación económica y la semana pasada el Consejo Revolucionario del partido oficialista criticó sus políticas económicas, lo que indignó al político independiente.

Otro de las factores a los que se atribuye la crisis de confianza entre ambos es la polémica alrededor de la dimisión en marzo del ministro de Finanzas, Nabil Kasis, que Fayad aceptó y el presidente rechazó.

Los rumores de una inminente dimisión corrían desde entonces por las calles de la capital cisjordana, pero ésta se vio retrasada por la visita del presidente de EEUU, Barack Obama, entre los días 20 y 22 de marzo.

Su secretario de Estado, John Kerry, trató hasta ayer de tender puentes y en una llamada telefónica a Abás de la que dio cuenta la agencia Wafa le pidió que tratara de resolver el problema.

De reconocida reputación internacional desde sus días en el Fondo Monetario (FMI), Fayad fue designado por Abás como jefe del Ejecutivo palestino en 2007, después de que el movimiento islamista -vencedor de los comicios un año antes- se alzara en armas contra la ANP y se hiciera con el control exclusivo de Gaza.

Desde entonces ha remodelado su Ejecutivo para intentar acallar las protestas sociales surgidas a raíz de la "Primavera Árabe" hace dos años, y tras el acuerdo de reconciliación rubricado por Al Fatah y Hamás en 2011 en El Cairo, a fin de allanar el camino a un Gobierno de unidad nacional.

Como primer ministro, ha estado a cargo en los últimos años de la construcción de instituciones destinadas a la creación de un Estado palestino, que no acaba de llegar por la parálisis del proceso negociador con Israel desde 2010.

Su política hacia el Estado judío ha sido la de cooperar con él en el ámbito económico para fortalecer la economía palestina y mejorar la calidad de vida de la población de Cisjordania y Gaza, y, a la vez, expresar su apoyo a las acciones de resistencia no violenta y exhortar al boicot de los asentamientos judíos.

Pero su talante pro-occidental despertó desde siempre el recelo de buena parte de la población palestina, que lo considera demasiado identificado con Washington e Israel.

Era además repudiado por el movimiento islamista Hamás, que desde Gaza desmintió esta noche cualquier relación con la dimisión de Fayad.

"No debemos relacionar la dimisión de Fayad con la reconciliación (entre Hamás y Al Fatah), ha dimitido por razones internas", aseguró Salah Al Bardawil, uno de los dirigentes del movimiento islamista, en declaraciones a la agencia Maan.

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