ACS prevé aumentar un 3% sus ventas en 2010 y mantener el dividendo

Madrid.- El grupo ACS prevé aumentar un 3 por ciento sus ventas consolidadas en 2010, respecto a los 15.600 millones de euros obtenidos el pasado año, al tiempo que espera mantener para el año que viene, como mínimo, el dividendo entregado a sus accionistas este año, que asciende a 2,05 euros por acción.

Así lo manifestó hoy el presidente de la compañía, Florentino Pérez, durante su intervención ante la junta de accionistas de ACS que, entre otras cuestiones, aprobará la distribución de un dividendo complementario de 1,15 euros por acción, a repartir el 2 de julio, que se sumará a los 0,9 euros por título abonados ya.

Pérez aseguró que durante 2010 quiere realizar inversiones de forma "sostenida y coherente", mientras desarrolla "nuevas oportunidades", además de los negocios en cartera, "especialmente en el área de infraestructuras".

El grupo se ha marcado como objetivo un crecimiento del 10 por ciento del beneficio ordinario por acción, que en 2009 ascendió a 6,28 euros.

El presidente de la compañía aseguró que 2009 "ha sido uno de los mejores años de la historia del grupo", como el culmen de una década en la que ACS ha incrementado a una media anual del 18 por ciento su volumen de negocio, cada vez más generado por su actividad exterior.

"Las ventas fuera de España han pasado de representar un 15 por ciento en 2000 a superar el 26 por ciento a finales de la década", dijo Pérez, quien remarcó que la compañía seguirá incrementando la internacionalización, ya que los negocios fuera de España suponen un 35 por ciento de la cartera de proyectos actual.

El presidente de ACS hizo también balance de la situación económica en España, donde considera que "la peor fase del ciclo probablemente ha quedado atrás", pese a las "elevadas cifras de desempleo y a que los niveles de déficit público son preocupantes".

"Las perspectivas apuntan al cambio de tendencia en la segunda parte de este año", añadió.

Recordó las previsiones del Fondo Monetario Internacional al considerar que "España irá retrasada en la salida de la recesión" y que "es posible que cierre 2010 todavía con una caída del PIB del 0,6 por ciento".

En cuanto al paro, recalcó que la única vía para enfrentarse a la difícil situación que genera el desempleo en España es "afrontar reformas estructurales en el modelo productivo que permitan mejorar la productividad y retomar la senda del crecimiento sostenible".

Entre éstas, habló de una reforma laboral consensuada que "agilice el mercado de trabajo y promueva la creación de empleo", por lo que pidió a los agentes sociales, partidos políticos y responsables económicos "acuerdos sólidos lo antes posible".

En cuanto al Plan Extraordinario de Infraestructuras, recientemente presentado por el Gobierno, Pérez consideró que se trata de "un paso más en la buena dirección" para generar más recursos con los que mejorar la educación, la sanidad, las infraestructuras y el sistema de pensiones".