Adicae pide al gobierno que apruebe una moratoria de tres años para el pago de las hipotecas antes del 20-n

La Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros pidió este jueves al Ejecutivo que apruebe un Real Decreto “en los próximos Consejos de Ministros” que paralice los embargos y ejecuciones hipotecarias ya en marcha, permitiendo una moratoria.
La propuesta, que sería financiada a través del ICO o del FROB, plantea una moratoria de tres años “como mínimo”, y afectaría a 400.000 familias, que tienen procesos de embargo “en marcha o a punto de comenzar”, según señaló en rueda de prensa Manuel Pardos, presidente de Adicae. “La situación es alarmante”, agregó.
La iniciativa ya ha sido presentada a todos los grupos parlamentarios y al Ministerio de Economía y Hacienda y se hará llegar también a la oficina económica del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. También será presentado al movimiento 15-M, en el seno del cual Adicae lleva varios meses debatiendo sobre temas hipotecarios.
“Serían necesarios entre 800 y 1.000 millones de euros, aproximadamente, para poner en marcha esta propuesta”, indicó Santos, que aclaró que la cifra final dependería de la cantidad de solicitudes de moratoria.
Según datos de Adicae, hay 1 millón de familias al borde del embargo, que implica la pérdida de la vivienda y el mantenimiento de por vida de la deuda con el banco.
Pardos apuntó que “habrá personas que no puedan pagar nunca su hipoteca” dada la situación económica, por lo que instó al Gobierno a crear un “mercado de viviendas en alquiler” para dar salida a estos inmuebles de tal forma que “se impida que quiebren la banca y el Estado, pero sobre todo, que quiebren las familias”.
Asimismo, el presidente de Adicae destacó como “positiva para todos” esta moratoria, de la que se beneficiarían, según él, “las familias; la economía, porque las familias podrían consumir; y los bancos, que verían disminuída la mora en sus balances”.
No obstante, subrayó que la actitud de la banca española con esta propuesta ha sido de “cerrazón total”, en contraste con los bancos estadounidenses, que “también tienen dificultades por las hipotecas subprime” y sí han permitido moratorias.