Así afecta la suspensión del subsidio de desempleo para mayores de 52 años

Existen varios motivos por los que se puede perder el subsidio por desempleo para mayores de 52 años, por lo que es importante que los beneficiarios estén al tanto de todos los trámites que deben realizar. Si bien ya la pérdida de la ayuda resulta desventajosa, cabe mencionar los efectos que tiene sobre la jubilación, que pueden ser más perjudiciales de lo que se puede pensar en primera instancia.

Al detenerse el pago de las ayudas, todo el tiempo que pasen suspendidas dejan de cotizar a la Seguridad Social, por lo que ese periodo no contará para la pensión de jubilación (excepto en los casos de que se pierde por la suspensión por actividad por cuenta ajena o propia, así como de suspensión por maternidad o paternidad). Por ello, impacta directamente la jubilación de manera negativa.

En los supuestos de sanción o a solicitud previa del trabajador, se puede reanudar el derecho al subsidio con un plazo de 15 días desde su desaparición, tras lo cual también se volverá a cotizar para la pensión. Después de este plazo, se perderán los días que se tarde en solicitar la reanudación.

Esta suspensión tiene límites, después de los cuales se extingue el derecho a recibir las ayudas. En este caso, hay que volver a pedirlo como si fuera la primera vez. Esto quiere decir que se deben cumplir todos los trámites y requisitos para acceder al subsidio.

Entre los motivos para perder el subsidio están las sanciones por infracciones como no cumplir con las exigencias del compromiso de actividad, la renovación de la demanda de empleo o cualquier comparecencia necesaria ante la Entidad Gestora. El cumplimiento de una condena que implique privación de libertad también tiene el mismo efecto, excepto en el caso de tener cargas familiares y que las rentas familiares sean inferiores al Salario Mínimo Interprofesional.

La realización de un trabajo por cuenta propia o ajena suspende el derecho al subsidio, que se extingue si la actividad dura más de 12 meses en el caso por cuenta ajena o 60 meses por cuenta propia. El beneficiario debe comunicar a la entidad gestora si sale del país para buscar o realizar un trabajo por menos de 12 meses, periodo durante el cual dejará de recibir las ayudas, así como en los casos de cursos de perfeccionamiento profesional y acciones de cooperación internacional. El mismo principio funciona para cualquier estancia en el extranjero durante más de 15 días, pero menos de 90 días en cada año natural que también debe ser autorizada.

Otro caso en que se suspende la ayuda es la situación de maternidad o paternidad, así como los periodos en los que deja de cumplirse la condición de carencia de rentas, que deben declararse mensualmente. En este último caso, la suspensión durará hasta 12 meses.