Aguas de Barcelona trasladará su sede a Madrid ante la incertidumbre política

  • La compañía asegura que no afectará al funcionamiento de los operadores del suministro de agua.
Puigdemont con el presidente de Aguas de Barcelona
Puigdemont con el presidente de Aguas de Barcelona
Agencias

Es un goteo constante que está empezando a provocar grietas en la unidad independentista. La fuga de empresas emblemáticas en Cataluña no cesa. El consejo de administración del grupo Suez, al que pertenece la Sociedad General de Aguas de Barcelona (SGAB), del que depende Agbar, ha sido la última hasta el momento en anunciar que traslada la sede social de esta compañía de Barcelona a Madrid.

Un portavoz de la compañía ha confirmado que el consejo de administración celebrado hoy en París con la participación de varios miembros por videoconferencia desde Barcelona ha decidido el traslado de la sede "por la situación política de Cataluña", aunque ello no afectará al funcionamiento de los operadores del suministro de agua.

El goteo de empresas que abandona Cataluña ante la posibilidad de que Puigdemont persista en su idea de declarar la semana que viene la independencia unilateral no cesa. Los golpes no cesan para los líderes independentista.

La marcha de Criteria, confirmada hoy mismo resulta clave y marca el camino al resto porque controla las participaciones de La Caixa en sociedades como Gas Natural, Abertis o Cellnex, todas ellas cotizadas en el Ibex35. Fainé ha dado el paso y ha sido rotundo. 

El conseller de Empresa y Conocimiento de la Generalitat, Santi Vila, ante esta situación ha señalado que "nadie debe preocuparse por la seguridad jurídica de las empresas en Cataluña porque está garantizada a corto, medio y largo plazo". 

"Más allá del conflicto político, todos los indicadores nos señalan que la evolución de la economía en los últimos meses es positiva", ha expresado Vila, que ha insistido en que están en condiciones para garantizar un marco de confianza y de seguridad jurídica. No parece que las empresas estén de acuerdo.

Asimismo, ha dicho que es importante mantener una actitud "serena y positiva" por parte de todos los agentes y, también, por parte de los ciudadanos, y ha pedido que no se altere el comportamiento económico por cuestiones de tipo extraeconómico.

Vila ha subrayado que es legítimo que las empresas trasladen su sede social: "Sólo podemos respetarlas. Se debe a elementos que les ha generado el propio Gobierno del Estado y que no tienen nada que ver con movimientos cívicos y sociales", aunque ha dicho que se trata de acciones que, en pocas semanas, se demostrará que no estaban justificadas, según él. 

Agbar, que este año celebra su 150 aniversario, está participada al 100 % por Suez Environnement España, empresa perteneciente al grupo francés Suez. De hecho, la multinacional gala ya trasladó hace dos años de Barcelona a Madrid su domicilio fiscal en España.

Agbar, presidida por Ángel Simón, es accionista de diversas operadoras del ciclo integral del agua en Cataluña, como son Aigües de Barcelona -empresa mixta que suministra agua a buena parte del área metropolitana-, Sorea o Cassa, que mantienen su domicilio social actual.

Aguas de Barcelona tuvo durante años su sede corporativa en la icónica torre de Jean Nouvel de la plaza de Glòries de Barcelona, actualmente propiedad de Merlin Properties, pero hace dos años se trasladó a un edificio de alquiler en la Zona Franca de la capital catalana.

El origen de Aguas de Barcelona se remonta a 1867, cuando se constituyó en Lieja (Bélgica) la Compagnie des Eaux de Barcelone, que es el precedente más antiguo de la actual compañía.

Inicialmente estaba formada con las aportaciones del Crédit Général Liégeois, la Compagnie Générale des Conduites d'Eau y otros capitales belgas y franceses y su objetivo era dotar al nuevo barrio del Ensanche -Eixample- de la infraestructura de abastecimiento de la que carecía Barcelona hasta entonces.

CaixaBank, Gas Natural, Banco Sabadell, Naturhouse, Oryzon, Eurona, Banco Mediolanum, Arquia Banca o Dogi son algunas de las compañías que han decidido mover su sede a otras ciudades españolas, una decisión que ya tienen sobre la mesa otras empresas catalanas como Freixenet, Renta Corporación o Catalana Occidente.

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