Alemania piensa introducir un impuesto a las transacciones financieras antes de finalizar 2012, si no se logra antes un acuerdo que permita imponer una tasa semejante con carácter internacional o al menos europeo.
Así lo ha anunciado la canciller alemana, Angela Merkel, al presentar el plan de ajuste de su gobierno para los próximos cuatro años, que contempla un ahorro de 80.000 millones de euros. Ese impuesto es visto por Merkel como una forma de hacer que los bancos hagan su aporte a los gastos de las crisis financiera.
El ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, ha insistido recientemente que una iniciativa nacional al respecto, lejos de bloquear un acuerdo internacional, puede impulsarlo.
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