Anastasiadis toma las riendas de Chipre con el objetivo de convencer a la UE

  • El conservador Nikos Anastasiadis juró hoy ante el Parlamento su cargo como nuevo presidente de Chipre y afirmó en su discurso ante la cámara que uno de sus principales objetivos será enfrentarse a la dura crisis económica que vive la isla y recuperar la confianza de los socios europeos.

Flora Alexandrou

Nicosia, 28 feb.- El conservador Nikos Anastasiadis juró hoy ante el Parlamento su cargo como nuevo presidente de Chipre y afirmó en su discurso ante la cámara que uno de sus principales objetivos será enfrentarse a la dura crisis económica que vive la isla y recuperar la confianza de los socios europeos.

"El restablecimiento de la credibilidad de nuestro país es la primera y necesaria condición", afirmó el nuevo presidente chipriota durante la ceremonia en la que recibió el cargo del mandatario saliente, el comunista Dimitris Christofias.

Según Anastasiadis, esta recuperación de la credibilidad se logrará a través de "la implementación fiable de todo lo que se ha acordado", en referencia a las exigencias de la troika de cara a la concesión de un préstamo para rescatar al sector bancario de la isla que aún se debe firmar.

"El nuevo Gobierno asume plenamente sus responsabilidades y asegurará la estabilidad y la perspectiva de la economía" aseveró.

Anastasiadis insistió en que no pide a la UE "un tratamiento especial" sino "un tratamiento justo", dejando claro que su Gobierno no aceptará exigencias que puedan dañar a su país y que tratará de "mejorar" algunos puntos del memorándum a firmar con los acreedores internacionales.

"Quisiera ser muy claro. No consideramos que sea un elemento de solidaridad las menciones sobre una posible quita de depósitos. Una cuestión así está fuera de discusión", aseguró.

Así, Anastasiadis rechazó de plano las sugerencias vertidas por diversos medios internacionales en las últimas semanas sobre la posibilidad de que los titulares de depósitos pierdan parte de su dinero como contribución al rescate del sector financiero, que podría necesitar unos 10.000 millones de euros.

Con la vista puesta en las negociaciones que tendrá que llevar a cabo con la troika formada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, el nuevo presidente ha querido formar un Ejecutivo de acento marcadamente europeísta.

El titular de Economía será Mijalis Sarris, quien ya ocupó este cargo entre 2005 y 2008, durante el periodo en que la isla aplicó un programa de austeridad destinado a reducir el déficit y cumplir con ello uno de los requisitos para poder adoptar el euro.

En esa misma línea designó a un experimentado político para dirigir el Ministerio de Asuntos Exteriores: el eurodiputado conservador Ioannis Kasulidis, que ya había ocupado esa cartera desde 1997 hasta 2003 y dirigió las negociaciones de adhesión de Chipre a la UE.

Los restantes ministerios y altos puestos del Gobierno, cuyos titulares jurarán su cargo mañana, se los reparten cuatro partidos políticos: dos de derechas, uno de centro y otro ecologista.

Durante la ceremonia de jura del cargo, a la que acudieron los representantes diplomáticos presentes en Chipre y las autoridades religiosas, entre ellas el arzobispo Crisóstomos II -que dio su apoyo a los conservadores en la campaña electoral-, Anastasiadis hizo hincapié en la necesidad de "recuperar la confianza de los ciudadanos en el Estado".

En este sentido, anunció que dimite como líder de la Unión Democrática (DISY) y pidió a sus ministros que renuncien a cualquier otro cargo que ostenten, además de hacer pública una declaración de bienes.

Además, explicó que su Gobierno presentará diversas proposiciones de ley para luchar contra la corrupción y modernizar el Estado.

Por otra parte, Anastasiadis afirmó que otro de los grandes ejes de su política será tratar de solucionar el conflicto de la isla de Chipre, dividida desde 1974, cuando el Ejército turco invadió el tercio norte en respuesta a un golpe de Estado patrocinado por Grecia.

El mandatario chipriota se declaró listo para empezar "nuevas relaciones" con Turquía, un país que aún mantiene unos 40.000 soldados en el norte de la isla.

Anastasiadis fue uno de los escasos políticos grecochipriotas que en 2004 decidió respaldar el plan para la reunificación de Chipre, auspiciado por el entonces secretario general de la ONU, Kofi Annan, a pesar del rechazo mayoritario de su partido.

El plan, aprobado mayoritariamente por la comunidad turcochipriota, fue rechazado por el 76 % de los grecochipriotas.

Además, Anastasiadis aseguró que su país ejercerá una "activa política exterior" para mantener buenas relaciones "tanto con Israel como con los países árabes", y "lo mismo con los Estados Unidos que con Rusia y China".

Mostrar comentarios