ArcelorMittal confirma el cierre de los altos hornos de Florange

París, 1 oct.- El líder siderúrgico mundial ArcelorMittal comunicó hoy oficialmente el cierre definitivo de sus altos hornos de Florange (noreste de Francia), inactivos desde 2011.

La compañía confirmó al Gobierno francés el pasado jueves su decisión de abandonar esos dos altos hornos, en los que trabajaban 570 de los 2.800 empleados del complejo, y hoy formalizó el paso durante una reunión extraordinaria con el comité de empresa en Saint-Denis, a las afueras de París.

La compañía aceptó hoy finalmente la propuesta del Ejecutivo de cederlos por el precio simbólico de un euro, para asó obtener un plazo de varios meses para buscar un comprador.

Las reuniones con el comité de empresa que se van a mantener mañana y el miércoles, según señaló hoy el canal de televisión "BFM TV", servirán para determinar el futuro de esos altos hornos, cuyo cierre afectará en total a un millar de puestos, incluidos los empleos indirectos.

De momento, según indicó el ministro de la Reconstrucción Productiva, Arnaud Montebourg, el Ejecutivo está "en firme desacuerdo" con la decisión de cesar su actividad, y por eso ha exigido que se haga todo lo posible para que se pueda retomar su trabajo.

El comunicado de su ministerio explicó hoy que el Gobierno está plenamente movilizado "para garantizar la búsqueda de un comprador que disponga de un verdadero proyecto industrial", y ha asegurado que vigilará que ArcelorMittal ofrezca toda la información necesaria para que esa búsqueda tenga todas las posibilidades de éxito.

Montebourg se había desplazado la semana pasada a Florange para entrevistarse con los representantes de los trabajadores, y al término del encuentro se comprometió a buscar "un operador serio".

La empresa, consciente del impacto del anuncio sobre los trabajadores afectados y sus familias, avanzó hoy que se pueden evitar los despidos directos recurriendo a fórmulas alternativas, como los programas de movilidad u otras medidas individuales "de acompañamiento".

Un informe de expertos encargado por el Ejecutivo galo y presentado el pasado 27 de julio afirmaba que esos altos hornos de la región de Lorena (muy próximos a Alemania, Luxemburgo y Bélgica) son viables a condición de recibir inversiones.

El cierre de esas instalaciones se enmarca en el bajón del mercado del acero en Europa, donde la demanda -según ArcelorMittal- es ahora un 25 % inferior a la que se daba en 2007.