Argentina salda cuentas con Club de París y se acerca a mercados de capitales

Buenos Aires, 29 may.- Después de un largo y complicado proceso de negociación, Argentina alcanzó hoy un acuerdo con el Club de París para cancelar su deuda, cuyo pago se mantenía en suspenso desde la crisis de 2001, lo que sitúa al país suramericano más cerca de su regreso a los mercados de capitales internacionales.

El acuerdo establece los mecanismos para que Argentina salde una cuenta pendiente de 9.700 millones de dólares con el foro de acreedores internacionales, compuesto por 19 países, cuyo pago se suspendió por la crisis económica y social de 2001.

El jefe de Gabinete del Gobierno argentino destacó hoy en rueda de prensa que el Ejecutivo de Cristina Fernández "ha hecho una defensa legítima del interés soberano" en las negociaciones, para "no trasladar al pueblo argentino" las obligaciones de deuda "a cualquier precio".

El acuerdo establece un plan de pagos a 5 años, extensible a 7, con una tasa del 3 %, que, según el Ejecutivo argentino, es compatible con los compromisos financieros del país y no condiciona la línea política del Gobierno de Fernández.

Argentina deberá hacer un pago inicial de 650 millones de dólares el próximo julio y de 500 millones de dólares en mayo de 2015, más intereses. El siguiente pago se realizará en mayo de 2016.

"La expectativa es que aparezcan nuevos interesados en invertir en la Argentina", dijo hoy el ministro de Economía argentino, Axel Kicillof, quien fue el encargado de cerrar el acuerdo en la capital francesa.

"Al no pagar al Club, muchas agencias de crédito internacionales que querían invertir en la Argentina decían que se les complicaba darnos financiamientos que les interesaba realizar", como "en Vaca Muerta o en turbinas", explicó el ministro en declaraciones a Radio Continental.

"Argentina pagaba el 7 por ciento, y ahora, en el peor de los casos, pagará el 3,8 por ciento", detalló Kicillof, quien apuntó que "es una tasa muy, muy buena, teniendo en cuenta que otros países que salen de esta situación lo hacen en el 5 por ciento".

Argentina mantiene deudas con 15 de los 19 países del Club de París, un foro informal de acreedores integrado por Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Israel, Italia, Japón, Holanda, Noruega, Rusia, España, Suiza, Suecia, Inglaterra y Estados Unidos.

Casi la mitad de la deuda argentina se había contraído antes de 1983, y de ésta, la mayoría fue durante el gobierno de la última dictadura militar (1976-1983).

El resto corresponde en un 9 % al gobierno de Raúl Alfonsín (1983-1989), mientras que el 42 % restante lo asumieron los presidentes Carlos Menem (1989-1999) y Fernando de la Rúa (1999-2001), según informa el diario Página 12.

El Estado argentino renegoció este compromiso en los años 1962, 1965, 1985, 1987, 1989, 1991 y 1992, antes de caer en el incumplimiento como consecuencia de la crisis de 2001.

En 2008, el Gobierno de Cristina Fernández decidió saldar completamente la deuda e inició una negociación "ardua" y "difícil", en palabras del jefe de Gabinete, que culminó en una propuesta formal del Ejecutivo argentino realizada el pasado enero.

El principal escollo en las negociaciones fue la participación del Fondo Monetario Internacional (FMI), organismo cuyas evaluaciones sirven al Club de París para tomar decisiones de gestión.

Sin embargo, Buenos Aires se niega a tratar con el FMI ya que acusa a la institución desde 2001 de haber desestabilizado su economía.

"El Club de París en general funciona en tándem con el FMI. Esto Argentina lo vivió durante décadas y luego estas negociaciones condicionan a los países, a quienes les dictan las medidas económicas que tienen que tomar. Nada de esto ha ocurrido aquí. No hay condicionamiento para nuestra política económica", destacó Kicillof.

Tras el cierre del acuerdo, el Ministerio de Economía argentino subrayó que se trata de una "solución acordada y mutuamente beneficiosa", en un comunicado oficial.

Según la cartera económica, Argentina cierra así "un capítulo más de la triste historia del sobreendeudamiento que condujo, inevitablemente", a la quiebra técnica de 2001.