Así está la regla de gasto en el resto del continente

Con una reforma constitucional relámpago sin más apoyos que los de PP y PSOE, el Congreso de los diputados procedió a aprobar la modificación del artículo 135 de la Constitución para incluir un límite al endeudamiento del Estado. Ahora solo resta el trámite del Senado, donde se debate en pleno este miércoles por la tarde.

De esta forma España, se convertirá en la primera en atender las peticiones de Francia y Alemania, que habían llamado a la contención presupuestaria por ley.

Hasta ahora sólo Alemania podía presumir de incluir lo que se conoce como regla de oro en su Constitución, pero parece que dentro de poco podrá disfrutar de la compañía no sólo de España, sino también de Francia –el otro gran valedor de la medida- y de Italia –el otro gran damnificado junto con España por la crisis de la deuda, al margen de Grecia, Irlanda y Portugal-.

Así las cosas, esta es la situación de la regla de oro presupuestaria en Europa:

Alemania: Las exigencias teutonas están más que justificadas si tenemos en cuenta que desde 2009 cuentan con la regla de oro en su Constitución, según la cual su déficit no debería superar el 0,35% del PIB en 2016.

Además, a partir del 1 de enero de 2020 los estados federales no podrán emitir deuda. Sólo en caso de catástrofes naturales o crisis económica excepcional podría saltarse esos límites.

España: segunda en aprobar el techo de gasto, que se regirá por lo que marque el Tratado de la Unión Europea y que será del 0,4% del PIB nacional en 2020. En caso de catástrofe natural se podría superar ese techo.

Francia: el Parlamento francés aprobó el 13 de julio su regla de oro y está ahora pendiente de que tres cuartas partes del parlamento vuelvan a dar su visto bueno. La regla de oro sería sólo la guinda al plan que pretende reducir el déficit público al 4,6% en 2012.

Italia: el país transalpino ha declarado su intención de incluir la regla de oro en su constitución, pero todavía se desconoce bajo qué términos lo hará.

Reino Unido: el país contó con esta denominada regla de oro, entonces llamada principio de equilibrio presupuestario. La crisis llevó al abandono de la misma sin que haya indicios de que vaya a recuperarse.

Suiza: como país modelo en el manejo de sus finanzas, cuentan con su propia regla de oro desde hace más de diez años. La diferencia es que este techo de gasto depende de los ingresos fiscales.

Portugal: el país vecino todavía está en discusiones acerca de si adoptar o no la medida. Todo parece indicar que terminará cediendo.

Irlanda: pese a ser uno de los países rescatados, Irlanda no prevé un techo presupuestario en su constitución y tampoco hay planes de incluirlo. A su favor juega el que ha sido siempre uno de los países más disciplinados a la hora de seguir las directrices europeas.

Holanda: por el momento no tienen previsto implementar un limite al gasto en la Constitución, pero quizás sí alguna disposición legal que aconseje medidas de control del déficit.

Bélgica: en un país todavía sin gobierno y sin regla de oro parece complicado que se vaya a aprobar alguna medida en esta línea.

Grecia: tras anunciar que incumplirá el objetivo de déficit parece más que complicado que Grecia vaya a aprobar alguna medida parecida a la regla de oro. Sólo en caso de que se impusiese alguna normativa comunitaria que tendría más poder que la normativa local.

Países Nórdicos: ninguno cuenta con un límite al gasto en su constitución y tampoco parece que vayan a hacerlo a corto plazo.

Independientemente de la regla de oro, hay que recordar que los países miembros de la UE están sujetos a las normas comunitarias y el artículo 126 y 135 del Tratado de Funcionamiento de la UE ya limitan el gasto público al "3 % en lo referente a la proporción entre el déficit público previsto o real y el producto interior bruto a precios de mercado", en tanto que el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (ver documento) establece la frontera "en el 60 % en lo referente a la proporción entre la deuda pública y el producto interior bruto a precios de mercado".

Es decir, que la normativa europea ya fijaba en sus criterios de convergencia para el euro y otros tratados una serie de límites al gasto que se han incumplido de forma sistemática. ¿Pasará lo mismo con la famosa regla de oro?