Auguran que el precio de los alimentos seguirá siendo elevado y se incrementará en la próxima década


La volatilidad y los precios elevados de los alimentos continuarán y posiblemente se incrementen en la próxima década, haciendo que los agricultores, consumidores y países pobres sean más vulnerables a la inseguridad alimentaria y la pobreza.
Así lo advierten la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) en un nuevo informe sobre el hambre en el mundo hecho público este lunes, que señala también que los países pequeños dependientes de las importaciones -en particular en África- son los más amenazados.
Muchos de ellos padecen todavía graves problemas como consecuencia de la crisis económica y alimentaria mundial de 2006-2008, indica el informe, que está dificultando los esfuerzos con miras a alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) de reducir a la mitad la proporción de personas que sufren hambre en el mundo para 2015.
"Pero si incluso se alcanzasen los ODM en 2015, en los países en desarrollo seguiría habiendo unos 600 millones de personas subnutridas. El hecho de tener 600 millones de seres humanos que padecen hambre todos los días no puede jamás ser aceptable", señalan los autores del estudio.
En su opinión, "toda la comunidad internacional debe actuar ya y hacerlo de forma enérgica para erradicar la inseguridad alimentaria del planeta".
Así, concluyen que "los gobiernos deben asegurarse de que se cuente con un entorno normativo transparente y previsible que promueva la inversión privada y favorezca el aumento de la productividad agrícola".
El informe señala que debe reducirse el despilfarro de alimentos en los países desarrollados a través de la educación y las políticas adecuadas, así como las pérdidas de alimentos en los países en desarrollo, impulsando las inversiones en toda la cadena de valor, especialmente en la elaboración poscosecha.
Según los responsables del estudio, "la demanda de los consumidores en los países con economías en rápido crecimiento aumentará, la población continúa creciendo, y si prosigue la expansión de los biocombustibles el sistema alimentario se verá sometido a demandas adicionales".
Además, la volatilidad de los precios alimentarios puede incrementarse en la próxima década debido a los vínculos más estrechos entre los mercados agrícolas y los energéticos y el aumento de los fenómenos meteorológicos extremos.
La volatilidad de los precios hace que tanto los pequeños agricultores como los consumidores pobres sean cada vez más vulnerables a la pobreza, al tiempo que las variaciones de precios a corto plazo tienen consecuencias a largo plazo en el desarrollo, según el informe.
Los cambios en los ingresos debido a las fluctuaciones de los precios llevan a un menor consumo de alimentos que puede reducir la ingesta de nutrientes esenciales por los niños durante los primeros mil días de vida desde la concepción, lo que causa una reducción permanente de su capacidad futura para obtener ingresos y una mayor probabilidad de pobreza futura, con un impacto negativo en el conjunto de la economía.

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