Si bien el 62% de los directivos están a favor de la pertenencia al bloque, la cifra representa una gran caída desde el 74% de hace apenas seis meses.
Un 28% afirmó que su decisión dependerá de las concesiones que arranque a Bruselas el primer ministro David Cameron antes del referéndum que tiene que celebrarse a fines de 2017 como muy tarde.
Tales concesiones se conocerán probablemente ya en la cumbre europea que abordará las demandas británicas, en febrero próximo Bruselas.
Un 6% de los directivos dijo preferir que el país salga de la UE y 4% que no lo sabe.
El primer ministro conservador plantea cuatro demandas para pedir el voto a favor de la permanencia en la UE en este referéndum.
Cameron quiere que se protejan los derechos de los países de la UE que no forman parte de la Eurozona, que el Reino Unido quede fuera de los siguientes pasos para una mayor integración europea, potenciar la competitividad del mercado único y permitir a Londres poner límites a los inmigrantes europeos y a las ayudas sociales que reciben, el punto más polémico.
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