Teresa de Miguel
Nueva York, 17 abr.- Bank of America soltó hoy su maletín de ejecutivo y agarró la brocha para pintar de rojo a Wall Street, que se cubrió del color insignia del segundo mayor banco de EEUU tras unos resultados que no colmaron las expectativas de los inversores.
El índice de referencia de la principal plaza financiera del mundo, el Dow Jones de Industriales, se tiñó con una caída del 0,94 % ó 138,19 puntos para acabar en las 14.618,59 unidades, con lo que prácticamente perdió todo lo ganado con el "rally" de la víspera.
Más intensos fueron los brochazos en el caso del selectivo S&P 500 (que se dejó el 1,43 %) y del índice compuesto del mercado Nasdaq, que se llevó la peor parte con un retroceso del 1,84 % debido al batacazo de Apple (-5,5 %).
El autor del lienzo fue Bank of America, que antes de la apertura anunciaba que cuadruplicó su beneficio hasta los 2.623 millones de dólares ó 20 centavos por acción, pero por debajo de los 23 centavos que preveían los analistas.
La noticia le valió una fuerte caída del 4,72 % con la que lideró las pérdidas del Dow Jones, donde destacó también el descenso de su principal rival, JPMorgan Chase (-3,51 %) y de los grupos informáticos Hewlett-Packard (-2,57 %) y Cisco (-2,46 %).
Detrás de los descensos de las tecnológicas se escondieron dos factores: por un lado, los también desalentadores resultados anunciados la víspera por Intel (que sin embargo logró acabar la jornada en tablas), y los augurios de DigiTimes de una caída de hasta el 30 % de los envíos de iPad mini el próximo trimestre.
Uno de los pocos puntos verdes que se dejaron ver en el cuadro de este miércoles en Wall Street fue la cadena de supermercados Fairway, que se estrenó en el mercado Nasdaq con una contundente subida del 33,46 %.
Los inversores no estuvieron ajenos al aluvión de noticias procedentes de Washington, donde el FBI interceptó un sobre con ricina dirigido al presidente Barack Obama, así como la evolución de la investigación sobre los atentados de Boston, en concreto la confusión sobre una posible detención que después fueron desmentidas.
Las noticias provocaron que el índice de volatilidad, el VIX, se disparase el 18 % hasta superar los 16 puntos.
El libro "beige" de la Reserva Federal no colocó ni una sola pincelada en el lienzo, y eso a pesar de haber arrojado algunas noticias alentadoras, como la constatación de una mejora en el sector de la construcción, uno de los más golpeados por la pasada crisis.
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