BASF sube hasta septiembre el beneficio neto un 3,2 %

Fráncfort (Alemania), 24 oct.- El grupo químico alemán BASF incrementó en los tres primeros trimestres el beneficio neto hasta 3.819 millones de euros, un 3,2 % más que en igual periodo de 2013, pero comienza a notar los efectos de la ralentización económica en mercados emergentes y el estancamiento en Europa.

BASF informó hoy de que la ganancia operativa mejoró en el mismo periodo un 8,1 %, hasta 6.078 millones de euros.

La facturación se mantuvo entre enero y septiembre en 56.279 millones de euros, por los efectos negativos del tipo de cambio del euro y pese al aumento de las ventas de gas natural en el tercer trimestre.

"El entorno económico siguió siendo desafiante en el tercer trimestre. Las tensiones geopolíticas y el aumento de la incertidumbre sobre la evolución económica global lastró significativamente la demanda de productos químicos", dijo el presidente de BASF, Kurt Bock.

No obstante, las ventas y beneficios del grupo aumentaron en el tercer trimestre, según Bock.

El beneficio neto empeoró en el tercer trimestre un 4,8 %, hasta 1.043 millones de euros, por el pago de impuestos e intereses minoritarios más elevados.

No obstante la facturación mejoró entre julio y septiembre un 3,3 %, hasta 18.312 millones de euros, tras el aumento de las ventas de gas natural.

Este incremento compensó en cierta medida la caídas de las ventas en soluciones agrícolas, como productos fitosanitarios.

El mayor grupo químico del mundo se mostró cauteloso respecto al año próximo por la caída de la demanda y dijo que no logrará los objetivos financieros que había establecido en 2011 para 2015.

Bock apostilló que "las razones para esta débil evolución económica son obvias: la reducción de las dinámicas de crecimiento de los mercados emergentes y el retraso de la recuperación económica europea".

Asimismo se han producido presiones más altas de lo esperado en los márgenes de beneficio de algunos productos.

No obstante, BASF mantuvo los pronósticos para este año y prevé un aumento pequeño del beneficio operativo antes de extraordinarios y una caída de las ventas por la desinversión de la comercialización de gas y los efectos negativos del tipo de cambio del euro.