Brasil sube peldaños a pesar de la crisis y trata de limar sus desequilibrios

  • Brasil subió un nuevo peldaño al convertirse en la sexta economía del mundo en 2011 y el Gobierno reiteró hoy su optimismo en el año entrante, a pesar de los desequilibrios generados por la crisis internacional.

Río de Janeiro, 27 dic.- Brasil subió un nuevo peldaño al convertirse en la sexta economía del mundo en 2011 y el Gobierno reiteró hoy su optimismo en el año entrante, a pesar de los desequilibrios generados por la crisis internacional.

Según un estudio del Centro de Investigaciones en Economía y Negocios (CEBR), con sede en Londres, publicado este lunes por el diario londinense The Guardian, Brasil se encuentra ahora por detrás de EE.UU., China, Japón, Alemania y Francia, tras superar a Reino Unido en la lista de mayores economías del mundo.

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, dijo este martes que el país tiene "todos los motivos" para mirar 2012 con "gran optimismo" y con la seguridad de que la economía va a expandirse "con estabilidad" a la vez que se "disminuyen" las enormes desigualdades entre ricos y pobres.

El Gobierno proyecta un crecimiento de entre el 4 % y el 5 % para el 2012, mientras que este año se cerrará con un alza del producto interior bruto (PIB) del orden del 3 %, unas cifras que podrían poner a Brasil por encima de Francia, quinta economía del mundo, en un plazo de hasta un par de años, según cálculos del Ejecutivo brasileño.

"Lo más importante es que cerramos el año sin renunciar a los principios fundamentales para el país: crecimiento económico con distribución de renta. Este es el camino de la prosperidad, que está siendo construido por nosotros y para nosotros", dijo Rousseff en una columna que publica cada martes en 195 diarios.

Precisamente la distribución de renta es el pilar más endeble del modelo de Brasil, que podría tardar veinte años en igualar el nivel de vida de los países europeos, según reconoció este lunes el ministro de Hacienda, Guido Mantega.

La renta per cápita ha alcanzado 12.500 dólares, pero el 44,5 % de la riqueza del país está concentrada en manos de un 10 % de la población, mientras que la mitad de los brasileños vive con menos de 7 dólares al día, según datos del censo de 2010.

Rousseff, que se ha impuesto el objetivo de erradicar la pobreza extrema en su mandato, recordó hoy que a partir del 1 de enero, el salario mínimo pasará de 545 a 622 reales (293 a 335 dólares).

El salario mínimo creció un 65,96 % desde 2002 en términos reales, descontada la inflación, según datos del Departamento Intersindical de Estadística y Estudios Socioeconómicos (Dieese), centro vinculado a los principales centrales obreras del país.

El aumento del poder adquisitivo de los más pobres es uno de los factores que explica la bonanza de la economía brasileña de los últimos años y que podría contribuir a relanzarla en los próximos meses después del estancamiento del segundo semestre de este año, según dijeron hoy analistas.

El PIB brasileño registró un crecimiento del 0 % en el tercer trimestre y los economistas prevén que el estancamiento se haya extendido hasta el fin de año, por culpa del freno que se ha experimentado en el consumo interno, el principal motor de la economía del país.

La crisis calentó la inflación hasta el 6,64 % en noviembre y los brasileños se quedaron sin efectivo en el bolsillo, lo que se plasmó en el aumento de la morosidad, el descenso de la demanda por crédito y una campaña navideña más floja de lo esperado, según datos de la empresa de análisis de crédito Serasa.

No obstante, los economistas de Serasa afirmaron hoy que el comercio recuperará su dinamismo gradualmente a partir de enero gracias al aumento del salario mínimo y las rebajas fiscales anunciadas por el Gobierno, que van a beneficiar a los préstamos personales y los electrodomésticos de línea blanca.

Rousseff ha sido muy crítica con las medidas de austeridad acometidas en Europa y ha defendido que solo se podrá capear la crisis con el aumento del gasto público.

El principal plan de inversiones del Gobierno prevé el desembolso de cerca de 514.000 millones de dólares en infraestructuras entre 2011 y 2014, de las que cerca de 77.000 millones de dólares se aplicaron este año.

A este montante se suman los 65.000 millones de dólares que ha recibido el país este año en inversiones extranjeras, una cifra récord que pone de manifiesto que el país suramericano es "respetado y deseado" por el resto del mundo, en palabras del ministro de Hacienda.

El buen momento de Brasil también se refleja en su balanza comercial, que va a registrar un superávit récord de cerca de 27.000 millones de dólares, según datos oficiales.

Este superávit esconde, sin embargo, un gran desequilibrio que se acentuó a partir de la crisis de 2008: Brasil se afianzó como exportador agropecuario y de minerales, y registra un grueso déficit en los manufacturados, lo que llevó a Brasilia a tomar polémicas medidas proteccionistas en sectores claves como el del automóvil.

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