Brufau ve “buenas señales” económicas y augura “precios razonables” del crudo


El presidente de Repsol, Antonio Brufau, afirmó este jueves que hay “buenas señales” para este año respecto al crecimiento económico y el empleo en España, tras un 2014 que marcó "un antes y un después" en la recuperación, al tiempo que pronosticó unos precios “razonables” del crudo “más pronto que tarde”.
Durante su intervención en la Junta General de Accionistas de la compañía, celebrada en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid, Brufau afirmó que el año 2014 marcó "un antes y un después" en la recuperación de la economía española.
En este sentido, opinó que esta tendencia se consolidará este año, en el que se constatarán “buenas señales” en crecimiento como en empleo, aunque la tasa de paro sigue siendo "el gran problema del país".
En todo caso, sostuvo que España se encuentra “sin lugar a dudas” en un cambio de ciclo, y que 2014 fue el año del “inicio de la recuperación” de la economía gracias a las reformas estructurales del Gobierno. Además, vinculó esta mejora de la economía española a la política del Banco Central Europeo (BCE), que con sus medidas ha logrado un acceso al crédito “más acelerado” para las empresas y pymes.
En cuanto a la situación económica de Grecia dentro de la Unión Europea, Brufau consideró que “no es lógico” que la crisis del país heleno se traslade al resto de naciones de la periferia.
PRECIOS “RAZONABLES” DEL CRUDO
Por otra parte, el presidente de Repsol se refirió a la evolución de los precios del crudo, sobre los que dijo ver “evidente” que regresarán a unos precios “razonables” por el equilibro entre la oferta y la demanda.
A su juicio, la “única posibilidad” de recuperar los precios del petróleo en el corto y medio plazo llegará por la vía de la oferta y la demanda Y pronosticó que los crudos no convencionales no crecerán “al mismo ritmo”, lo que originará un entorno de mayores recios, mientras que los convencionales fijarán sus precios en torno a 60 y 80 dólares.
En este sentido, apuntó que una caída de 10 dólares por barril representa que los países consumidores dejar de pagar en suma 360.000 millones de dólares a los productores, de los cuales 100.000 millones corresponden a los países OPEP.
De esta forma, por cada 10 dólares de caída en el precio de barril, el consumo aumenta en 0,8%, apuntó para augurar seguidamente que “el precio del petróleo volverá a situaciones bastante razonables más pronto que tarde”.

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