Bruselas apuesta por profunda reforma del funcionamiento económico de la UE

  • La Comisión Europea (CE) planteó hoy una profunda reforma del funcionamiento económico de Europa de cara a los próximos años, que incluye varias iniciativas polémicas como la creación de eurobonos, de un fondo de amortización de deuda pública y de un nuevo presupuesto de la eurozona.

Bruselas, 28 nov.- La Comisión Europea (CE) planteó hoy una profunda reforma del funcionamiento económico de Europa de cara a los próximos años, que incluye varias iniciativas polémicas como la creación de eurobonos, de un fondo de amortización de deuda pública y de un nuevo presupuesto de la eurozona.

Las propuestas de Bruselas se enmarcan en los planes de transformación de la arquitectura de la eurozona y la Unión Europea (UE), a discutir en diciembre por los Veintisiete.

La CE plantea organizar los cambios en tres grandes etapas, que van del futuro más inmediato a un horizonte más allá de cinco años.

A corto plazo -entre 6 y 18 meses-, el Ejecutivo comunitario considera clave centrarse en la aplicación de las normas de gobierno económico pactadas y en conseguir un acuerdo para el establecimiento de un supervisor bancario único antes de fin de año.

Una vez dado ese primer paso, que abriría la puerta a la recapitalización directa de la banca, Bruselas ve necesario establecer un sistema europeo de resolución bancaria para gestionar las entidades en problemas.

Además, en menos de año y medio la CE quiere tener un nuevo instrumento para financiar reformas estructurales importantes para los Estados miembros y para el conjunto de la Unión Económica y Monetaria (UEM).

La financiación europea se facilitaría a los países tras la firma de "contratos" con la CE, en los que los Gobiernos de los Veintisiete deberán comprometerse a acometer ciertas reformas.

Esos fondos, que estarán bajo el paraguas del presupuesto comunitario, no formarán parte sin embargo de las perspectivas financieras para 2014-2020 y podrían ser el embrión de un presupuesto propio de la zona euro.

A medio plazo (entre 18 meses y 5 años), la CE cree que los Veintisiete deberían fortalecer la coordinación presupuestaria en materia de políticas impositivas y laborales.

Además, deja para entonces varias de las ideas que más rechazo generan en algunos Estados miembros, como la puesta en marcha de un fondo de amortización de deuda sujeto a "estrictas condiciones" para apoyar la reducción de la deuda y estabilizar los mercados financieros, así como unos eurobonos con el mismo objetivo.

Estas dos iniciativas requerirían un cambio en el Tratado de la UE, mientras que la mayor integración presupuestaria y económica se podría hacer a través de legislación secundaria y modificaciones de la Carta Magna de la Unión, explicó en una rueda de prensa el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso.

Bruselas remite al largo plazo la creación de un presupuesto independiente para la eurozona, que debería basarse en recursos propios, y la posibilidad de que los países de la moneda única emitan deuda de forma conjunta.

Las propuestas consagran de facto la Europa de las dos velocidades, algo que Durao Barroso defendió por la necesidad de que la zona euro "pueda integrarse más rápido y más profundamente", aunque sus acciones quedarían abiertas para el resto.

El político portugués se mostró "preocupado" por que "en todas las capitales no exista el mismo sentido de urgencia".

"Medidas recientemente tomadas, como la entrada en vigor del fondo europeo de rescate permanente, el anuncio del programa de compra de deuda por parte del Banco Central Europeo (BCE) y otras decisiones importantes como el acuerdo sobre el rescate a Grecia en el Eurogrupo han generado una sensación de una mayor calma en los mercados", explicó.

Por ello, advirtió de que "sería un error no proseguir con lo que ya hemos acordado a nivel de la eurozona. Hay que avanzar ahora hacia la unión bancaria, presupuestaria y económica".

La CE, que hoy dio también el pistoletazo de salida a la coordinación de las políticas económicas de los Veintisiete para 2013, apostó por mantener las mismas prioridades el próximo año.

Según Bruselas, las estrategias aplicadas "están empezando a mostrar resultados", pero es necesario continuar con las reformas, por "difíciles" y "dolorosas" que puedan ser.

Así, decidió mantener los cinco grandes objetivos fijados en 2012, que pasan por aplicar una consolidación fiscal "diferenciada" y que no dañe el crecimiento, restaurar el crédito a la economía y promover el crecimiento y la competitividad para el momento actual y el futuro.

Bruselas pide acciones para afrontar el paro y las consecuencias sociales de la crisis y modernizar la administración pública. EFECOM

mvs/emm/prb

Mostrar comentarios