Bruselas busca un impulso económico sin traicionar la receta de la austeridad

  • Sin cuestionar las políticas de austeridad impulsadas hasta ahora, las instituciones europeas han seguido hoy dando un giro a su mensaje para orientarlo hacia la que se perfila como su nueva prioridad: la generación de crecimiento y empleo.

Mario Villar

Bruselas, 27 abr.- Sin cuestionar las políticas de austeridad impulsadas hasta ahora, las instituciones europeas han seguido hoy dando un giro a su mensaje para orientarlo hacia la que se perfila como su nueva prioridad: la generación de crecimiento y empleo.

"Nos enfrentamos a significativos desafíos en términos de crecimiento y de alto desempleo", ha admitido hoy el presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, tras reunirse con el primer ministro italiano, Mario Monti.

El comunicado emitido por la oficina del jefe del Ejecutivo comunitario tras el encuentro deja a un lado la retórica de la austeridad y dedica casi todas sus líneas a la necesidad de "revivir" el crecimiento.

El diagnóstico para Bruselas parece claro y, aunque el tratamiento aún está por definir, se atisba una voluntad de actuar de forma urgente.

Así, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha remitido una carta a los 27 jefes de Estado y de Gobierno de la Unión para comunicarles que está estudiando convocar una cumbre extraordinaria antes de finales de junio centrada en el crecimiento.

Barroso, por su parte, ha confiado en que "todos los países entiendan el mensaje": es imperativo apostar por medidas de crecimiento para complementar la consolidación fiscal.

"En los últimos tiempos nos hemos centrado en medidas urgentes de consolidación fiscal a consecuencia de la crisis. Ahora van apareciendo cada vez más ideas concretas para aumentar el crecimiento económico", ha asegurado.

Según el presidente de la CE, "algunos comisarios han propuesto revisar medidas como los bonos europeos para infraestructuras o la ampliación de capital del Banco Europeo de Inversiones (BEI)", aunque aseguró que también se están estudiando iniciativas nuevas.

Van Rompuy, en su carta a los líderes, avanza también algunos aspectos que considera "clave" para el crecimiento, como el desarrollo del mercado interior, la nueva regulación para eficiencia energética, la patente comunitaria europea o la directiva de contabilidad.

Es decir, una vuelta a las recetas que Bruselas ya defendía en tiempos de bonanza, cuando su afán era convertir a Europa en la economía más competitiva y dinámica del mundo.

Aquellos planes plasmados en la Estrategia de Lisboa fracasaron y, en su lugar, la Unión se topó con una crisis (primero financiera y luego de la deuda) que ha minado la actividad económica y las finanzas públicas.

A día de hoy, ni la Comisión ni el Consejo cuestionan el reciente pacto fiscal tan criticado por el candidato socialista a las elecciones francesas, François Hollande, cuyo carácter "innegociable" se encargó hoy de subrayar Alemania.

El impuso al crecimiento debe llegar a través de la "mejora de la competitividad y no a través de niveles más altos de deuda", ha dejado claro Barroso.

Bruselas piensa, sin embargo, que es necesario algún tipo de estímulo, de inversión pública dirigida, que permita superar el actual bache a una Europa estancada y que se acerca a los 25 millones de parados.

El objetivo, según ha explicado hoy Barroso, es "reforzar la competitividad mientras también se contribuye a aumentar la demanda a corto plazo".

El interés por el crecimiento no es una novedad en Bruselas -ya en enero se celebró una cumbre comunitaria con esa prioridad-, pero el posible giro político en Francia y la consiguiente ruptura del eje "Merkozy", unida a las negras perspectivas de recuperación han terminado por acelerar el debate.

El empujón definitivo, paradójicamente, pueden darlo nuevamente las agencias de calificación de riesgo, cuyos análisis han sido una de las bazas más esgrimidas por los defensores de la austeridad.

En esta ocasión, la última rebaja de la nota de España por parte de Standard & Poor's viene acompañada de una clara advertencia sobre el probable aumento del paro a corto plazo, que da más argumentos a quienes abogan por la necesidad de dar un empujón a la economía.

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