Bundesbank: Ninguna reforma por si sola puede impulsar el crecimiento

Madrid, 24 nov.- El presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, ha dicho hoy que ninguna medida puede de forma aislada actuar como una "bala de plata" capaz de conjugar el débil crecimiento en la zona del euro, aunque ha abogado por proseguir con las reformas y en especial profundizar en la armonización fiscal.

Durante su intervención en la Convención Anual de Mercados Financieros, Weidmann ha señalado que la política monetaria puede impulsar el crecimiento a corto plazo, pero no más allá, al igual que ocurre con las políticas fiscales, en las que hay aún amplio margen de maniobra.

El mayor problema al que se enfrenta la zona del euro es el débil crecimiento macroeconómico, para abordar el cual es preciso adoptar una perspectiva a medio y largo plazo.

Entre otros retos, ha señalado la baja demanda interna, consecuencia de los duros ajustes y reformas que han sufrido sobre todo los países que mayor estrés han sufrido en los años precedentes.

En la que es su segunda visita a Madrid en cuatro meses, Wiedmann ha indicado que la unión monetaria permitirá no sólo mantener la estabilidad de precios, sino contribuir a la prosperidad general.

Wiedmann ha bromeado con el dicho "de Madrid al cielo y un agujerito para verlo", y ha asegurado que aunque la zona del euro "está lejos de ser el cielo, pronto lo que se verá desde arriba será mucho más atractivo".

En este sentido, un sector financiero que canalice inversiones a las empresas más innovadoras y eficientes y un mercado de trabajo flexible que proteja a los trabajadores antes que a los empleos son los pilares sobre los que se levantará el futuro crecimiento en Europa.

La OCDE, ha recordado Weidmann, estima que con este programa la zona del euro puede crecer un 15 % en los próximos diez años, una certeza que puede percibirse ya por los crecientes niveles de inversión que permitirán beneficios futuros.

En conjunto, Weidmann cree que "ya se ha avanzado mucho" en la corrección de desequilibrios macroeconómicos, aunque aún están pendientes cuestiones como la divergencia entre precios y salarios.

Las reformas emprendidas en los países de la zona del euro en los últimos tiempos han mejorado la competitividad pero esto no es suficiente "y es aquí donde hay que redoblar los esfuerzos, pues la prosperidad depende de la productividad".

También se ha referido a la unión bancaria, y sobre el ejercicio de transparencia realizado por el BCE con los test de estrés; en su opinión, "si se arroja luz sobre los balances bancarios se ve que la transparencia ha fortalecido sus balances y ello repercutirá de forma positiva en la concesión de créditos y en la financiación de la economía real".