Caixabank espera recuperar el dividendo en efectivo en 2016 y destinará un mínimo de 900 millones


El presidente de CaixaBank, Isidro Fainé, se mostró hoy convencido de que el banco podrá recuperar el pago del dividendo en efectivo al 100% a partir del próximo ejercicio 2016.
Fainé, que intervino en la Junta General de Accionistas que se celebra en el Palacio de Congresos de Barcelona, explicó que la compañía tiene previsto mantener la actual política de dividendos, y abonarlos cada trimestre, dos en efectivo y dos en acciones.
Así, para 2015 el objetivo es el pago de un dividendo de 16 céntimos por acción y cuya rentabilidad sobre la acción “sigue siendo sustancialmente superior a la media de la banca española”.
Por tanto, el presidente de CaixaBank se comprometió a distribuir un mínimo de 900 millones de euros “entre nuestros accionistas” y “esperemos que en 2016 sea en efectivo”.
“Así demostramos que nuestro compromiso con el accionista es prioritario y sostenible en el tiempo”, destacó Fainé, tras afirmar que es compatible con el cumplimiento con las recomendaciones del regulador.
CRECE EL CRÉDITO
“La mejora de la salud del sistema financiero y las mejoras de las perspectivas económicas ya se ha hecho notar en las principales variables financieras”, puntualizó Fainé.
En este sentido, dijo que el saldo vivo de crédito “pronto” empezará a crecer gracias a la reducción de los diferenciales de precio respecto a otros países europeos y “al buen comportamiento de la nueva producción”.
Así, subrayó que si se mantiene el actual ritmo, a final de año los créditos de nueva producción podrían crecer cerca del 50% en comparación con el cierre del año 2014.
Pero el máximo ejecutivo del banco advirtió que el principal reto en este momento del sector financiero es recuperar “niveles sostenibles de rentabilidad”, después del “importante esfuerzo que hemos tenido que provisionar”.
Por su parte, el consejero delegado del banco, Gonzalo Gortázar, dijo que en la entidad “hemos crecido en momentos de crisis y también en momentos de recuperación gracias a las adquisiciones pero, también gracias a la tarea comercial de nuestra plantilla”.
“Si la sociedad no percibe que hacemos una función de alto valor y que la hacemos bien, será muy difícil alcanzar el objetivo de una rentabilidad sostenible y recurrente y que supere el coste de capital”, insistió Gortázar.

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