Caja Duero y Caja España exteriorizan su división en una semana clave para su fusión

  • Salamanca.- Caja Duero y Caja España van a comenzar una semana clave para la fusión de las dos entidades en un ambiente de crispación entre ellas, que ya se ha exteriorizado, y con dudas sobre la viabilidad de esa integración.

Salamanca.- Caja Duero y Caja España van a comenzar una semana clave para la fusión de las dos entidades en un ambiente de crispación entre ellas, que ya se ha exteriorizado, y con dudas sobre la viabilidad de esa integración.

En la caja con sede en la capital leonesa se pretende que esta semana la fusión se apruebe, mientras que la entidad salmantina desea blindar los estatutos de la futura caja, para evitar cambios que favorezcan a León en detrimento de Salamanca.

Así las cosas, diversas fuentes consultadas por Efe han asegurado que en estos momentos la fusión está "rota", aunque falta por determinar qué nivel de acercamiento tiene Caja España respecto a Caja Duero.

Ahora que sindicatos y entidades vislumbraban un acuerdo, ya que se confía en que la próxima semana se convoque de nuevo la mesa laboral, una vez que se hayan reducido, en las frecuentes reuniones "sin luz ni taquígrafos", las diferencias entre las dos partes.

Pero la semana que entra se va a afrontar de manera diferente, ya que mientras que Caja España acordará el martes, en un consejo extraordinario, la fusión; en Caja Duero se convocará otro consejo pero para hablar de las diferencias con la otra caja sin llegar a acuerdos concretos.

Las diferencias surgidas entre las dos entidades han conseguido que el Consejo de Administración de Caja Duero se haya unido, algo "impensable" hace unas semanas, cuando surgieron diferencias internas por el desarrollo de la fusión, según fuentes de este consejo.

Esta unanimidad interna ha llevado a plantear una línea roja que no quiere que la fusión la sobrepase, marcada el jueves por la tarde después de la reunión que, por la mañana, mantuvieron en Valladolid directivos de las dos cajas con el consejero de Economía de la Junta de Castilla y León, Tomás Villanueva, y la viceconsejera de Economía, Begoña Hernández.

En esa reunión, convocada a instancias de Caja España, se pretendía que la Junta de Castilla y León fuera intermediaria entre las dos cajas para resolver sus conflictos.

Pero obtuvo el efecto contrario, ya que, según fuentes próximas a las personas que estuvieron reunidas, el "tono amenazante utilizado por el consejero de Economía y, en algunos momentos, por el presidente de Caja España" hicieron que Caja Duero se reafirmara en su línea roja.

Los límites fundamentales que no aceptará traspasar la caja con sede en Salamanca se basan en que la presidencia de la nueva entidad no tenga funciones ejecutivas -este punto lo aceptará Caja España- y en que el "acuerdo de Tordesillas", firmado el 4 de enero y en el que se basa la fusión, se blinde para que no pueda ser modificado.

En este caso, desde Caja España se pretende que el pacto de Tordesillas (Valladolid) sólo dure dos años mientras que Caja Duero quiere que los Estatutos de la nueva entidad recoja que las modificaciones de ese acuerdo requieran el voto favorable de 4/5 partes del futuro consejo y de la nueva asamblea.

Ante este conflicto, el martes Caja España "lanzará su órdago", según fuentes de la entidad leonesa, mientras que Caja Duero "mantendrá el suyo", según fuentes de la entidad salmantina, por lo que habrá que esperar a esa fecha para que se desvelen las cartas de cada caja.

También habrá que esperar a conocer la reacción del Banco de España, que el viernes ha vuelto a advertir de los riesgos de que las dos cajas sigan solas.

Y es que, según la agencia de calificación crediticia Moody's, Caja España es la única entidad analizada que obtiene, en el apartado de fortaleza financiera, un E+, que equivale a una situación de serios problemas; mientras que Caja Duero está en D+, que es una situación débil.

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