Madrid, 14 may.- CatalunyaBanc, participada por el Estado y en proceso de subasta, ha cuantificado en 995 millones de euros el impacto neto de la nueva reforma financiera, que le obligará a aumentar las provisiones de los créditos inmobiliarios sanos.
En una comunicación remitida hoy a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la entidad explica que solo esta nuevas obligación le obligará a aumentar las provisiones en 995 millones de euros, una vez descontados los efectos fiscales, que se suman a los más de 4.100 millones brutos que le obligaba el real decreto de febrero.
La entidad se encuentra en pleno proceso de subasta competitiva por parte del Banco de España, que ya ha cerrado el proceso de presentación de ofertas no vinculantes, a las que se ha presentado el BBVA, el Santander, el Popular, y Kutxabank, entre otros.
El cuaderno de venta de esta operación revela que la entidad cuenta con un saldo de activos dudosos cercano a los 20.000 millones de euros, de los que el comprador sólo será responsable del 20 %, gracias al Esquema de Protección de Activos (EPA) que se ha diseñado para la operación.
Será la banca, a través del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) el que hará frente al 80 % restante, lo que obligará probablemente a hacer una derrama en el sector, dado que el fondo no cuenta con dinero suficiente.
La estrategia del banco para hacer frente a los nuevos saneamientos, explica la entidad, pasa precisamente por este proceso de subasta, dado que "su inminente ejecución permitiría la recapitalización de la entidad y poder hacer frente a los requerimientos, tanto de provisiones como de capitalización" por parte de la entidad que gane la subasta.
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