Ceoe mejora sus previsiones y estima un crecimiento del 2,8% este año


CEOE presentó este viernes una revisión de sus previsiones sobre la economía española y calcula que crecerá un 2,8% este año y un 2,6% en 2016, frente a las anteriores estimaciones del mes de diciembre en las que hablaba de una mejora del 2% para el presente ejercicio.
Según informa la confederación empresarial en una nota, esta mejora del crecimiento se basa en la “aceleración” observada en el primer trimestre del año, que apunta a un crecimiento de entre el 0,8% y el 0,9%.
Asimismo, señala que la contribución negativa del sector exterior disminuirá durante este año gracias a la aceleración de las exportaciones derivada de la depreciación del euro. En cuanto al consumo interno, prevé una mejora del 3%, mismo crecimiento que la inversión en construcción.
Para 2016, la patronal ve un “un patrón de crecimiento similar”, pero con un avance de la demanda interna “más moderado y con una leve aportación positiva de la demanda externa”.
EMPLEO
En cuanto al empleo, la organización empresarial subraya que la mejoría de la economía se traducirá en la creación de unos 475.000 puestos de trabajo de media anual en 2015, y otros 445.000 en 2016, lo que supone 920.000 empleos en los dos años.
En este sentido, la tasa de parto seguirá cayendo hasta situarse por debajo del 20% al cierre de 2016.
Sobre la evolución de los precios, CEOE apunta que la inflación será negativa este año (-0,3%) y volverá a niveles positivos en 2016, con una media anual del 1,4%, teniendo en cuenta un aumento “progresivo y moderado” del precio del petróleo y siempre y cuando no haya “subidas impositivas”.
La organización empresarial apunta que ante estas previsiones hay riesgos al alza y a la baja. En el lado positivo, sitúa un impacto mayor al previsto de las medidas adoptadas por el BCE, una política fiscal menos restrictiva, una mayor flexibilidad del mercado laboral y nuevas reformas a la contratación, y que el precio del petróleo no sufra fuertes fluctuaciones al alza.
Por el contrario, los riesgos a la baja incluyen un estancamiento de las economías centrales de la UE, que se acentúe la inestabilidad financiera en Grecia, Rusia o Ucrania, un repunte de las importaciones, o la falta de impulso del crédito nuevo a empresas y familias.

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