China cederá crecimiento económico para atenuar las desigualdades sociales

  • El Banco Asiático de Desarrollo (ADB) pronosticó hoy que China crecerá un 8 por ciento en 2014, una cifra menor de lo estimado para este año por la puesta en marcha de políticas medioambientales más estrictas y reformas que permitan reducir la fuerte desigualdad de ingresos entre la población.

Pekín, 9 abr.- El Banco Asiático de Desarrollo (ADB) pronosticó hoy que China crecerá un 8 por ciento en 2014, una cifra menor de lo estimado para este año por la puesta en marcha de políticas medioambientales más estrictas y reformas que permitan reducir la fuerte desigualdad de ingresos entre la población.

"Los nuevos líderes del país están centrados en impulsar un crecimiento sostenible y de calidad, que es un cambio de enfoque respecto al crecimiento a toda costa del pasado", dijo hoy Changyong Rhee, el economista jefe del Banco en Hong Kong, ciudad en la que se presentó el informe de perspectivas para el conjunto del continente asiático.

Al mismo tiempo, en Pekín varios miembros del ADB explicaron que, mientras que en 2013 se espera un crecimiento del 8,2 por ciento del PIB (el año pasado fue un 7,8), la tendencia podría ralentizarse en 2014 por este cambio de filosofía.

Se trata, principalmente, de la reforma del mercado financiero -que permitiría liberalizar las tasas de interés y aumentar los ahorros de los chinos-, la desregulación para apoyar una mayor participación del sector privado en la economía -que ajustaría los salarios- y, sobre todo, la reforma fiscal.

En este sentido, el Banco recomienda un sistema fiscal que otorgue más protagonismo a los entes locales para recaudar impuestos, ya que actualmente estas administraciones cuentan con el 25 por ciento de los ingresos tributarios pero efectúan un 75 por ciento de los gastos, algo que dispara sus niveles de deuda.

Además, la capacidad de los Gobiernos locales de proporcionar servicios públicos de calidad "no han mejorado significativamente" a pesar de la evolución de la economía del país.

Sin embargo, el cambio más importante, según el informe, radica en la creación de un sistema impositivo más progresivo y menos regresivo.

Una de las economistas del ADB en Pekín, Niny Khor, sugirió hoy que "sería más equitativo alejarse del énfasis actual en la fiscalidad indirecta e ir hacia un sistema progresivo que desplazara la carga desde los hogares de bajos ingresos a las personas con salarios altos".

En cuanto al medio ambiente, los analistas del Banco creen que el desarrollo de China "ha tenido un coste medioambiental muy significativo" y que el país debe acelerar la introducción y aplicación de tasas "verdes".

"Un impuesto de 20 dólares estadounidenses por tonelada de carbón proporcionaría al Gobierno unos ingresos fiscales equivalentes al 2 o al 3 por ciento del PIB del país", señaló hoy Khor como ejemplo.

De hecho, las demandas del ADB para controlar el gasto energético se han extendido a todos los países del continente, con la advertencia de "un desastre medioambiental y una situación que dividiría el acceso a la energía entre los ricos y los pobres" en caso de no atenderse.

Las estimaciones del organismo barajan que el continente asiático podría pasar de consumir el tercio de la energía mundial actual a más de la mitad en 2035, algo que "obliga" a los países a explorar fuentes de energía limpias debido a la falta de petróleo y gas natural en la zona.

De no ser así, el consumo de petróleo se duplicaría, el de gas natural se triplicaría y el de carbón -del que sí se dispone en abundancia- aumentaría un 81 por ciento, "con los respectivos impactos medioambientales, que serían costosos y devastadores", dice el documento.

"Sin la suficiente energía los países en desarrollo de Asia deberán plantearse sus ambiciones de crecimiento", apunta el ADB, algo que China empezará a sufrir en sus propias carnes en 2014 y que, de no tomar medidas significativas, podría lastrar su carrera para convertirse en primera economía mundial.

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