Shanghái (China), 3 jun.- La aerolínea China Southern, la segunda mayor del gigante asiático, ha sido la primera en recibir un modelo Boeing 787 "Dreamliner", que vuelve a entregarse a las compañías tras sus problemas de enero.
Según recoge hoy el diario oficial "Shanghai Daily", la aerolínea china, que ya fue la primera del país en recibir el "súper jumbo" A380 de Airbus, acaba de recibir su primer aparato B-787, que entrará en servicio este jueves con vuelos entre Cantón (sureste) y Pekín (noreste).
A finales de junio comenzará a cubrir rutas entre Cantón y Shanghái (este).
El aparato, el primero de los 10 de este tipo encargados por la aerolínea, llegó el domingo al aeropuerto internacional de Baiyun, en Cantón -donde tiene su base China Southern-, tras un vuelo directo de cerca de 12 horas desde las instalaciones centrales de Boeing en Seattle (EEUU).
El avión cuenta con 228 asientos, incluidos cuatro de primera clase y 24 asientos-cama de clase business, y ofrece al pasajero ventanas más grandes, menos ruido, un ambiente interior más fresco y más espacio dentro de la cabina, según el capitán Hu Wei, que pilotará el primero de estos modelos en una aerolínea china.
"China Southern lo utilizará en el futuro sobre todo para sus rutas internacionales a París, Vancouver y Londres", aseguró el director general de la compañía, Tan Wangeng, que recibirá paulatinamente los nueve B-787 restantes.
China se suma así, con estos encargos y con los otros 15 de Air China y los 10 de Hainan Airlines, a la decena de países que cuentan ya con este modelo en operación entre sus aerolíneas comerciales.
Boeing reanudó en mayo las entregas de su modelo "Dreamliner", con un aparato para la aerolínea japonesa ANA, después de tener que suspenderlas en enero pasado por problemas relacionados con sus baterías.
Las entregas del modelo 787 Dreamliner se suspendieron después de que los casi 50 aparatos que había en servicio se quedaran en tierra tras los incendios que sufrieron dos de ellos en sus novedosas baterías de iones de litio.
Las autoridades estadounidenses de aviación (FAA) aprobaron el 19 de abril el plan de Boeing para modificar las baterías de las unidades ya en servicio y de los aviones todavía en fábrica, mejoras con las que contarán también desde la entrega los aparatos de China Southern.
El 787 es el primer avión comercial de gran tamaño construido con una gran proporción de materiales compuestos (polímeros reforzados con fibra de carbono), lo que unido a unos motores más eficientes le permiten lograr un reducido consumo de combustible y un mayor grado de rentabilidad.
Se trata de un aparato de fuselaje ancho y autonomía para largas distancias pero de tamaño medio, con capacidad para entre 210 y 290 pasajeros.
Los 787 entraron en servicio en 2011, con tres años de retraso, debido a problemas en su desarrollo por las innovaciones en su construcción, y el problema de las baterías se sumó a esa lista de tropiezos técnicos.
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