La situación del sector vitivinícola preocupa a pie de campo. La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha exigido al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación que ponga en marcha de "forma urgente" un paquete de ayudas para activar la destilación de crisis, en línea con lo realizado por su homólogo francés con el objetivo de amortiguar el impacto de la guerra de Ucrania y la actual ola inflacionista, ha informado esta organización agraria en un comunicado.
En concreto, COAG ha precisado también que en la actualidad existe un pronunciado desequilibrio entre oferta y demanda en el sector vitivinícola, que está motivado por la inflación derivada de la guerra de Ucrania, acompañada de un significativo aumento de los costes de los insumos (+55% respecto a marzo de 2021), así como de una reducción tanto de las exportaciones como del consumo en el mercado interior.
Además, pese a la sequía que ha afectado a las principales zonas productoras de España, la producción de esta campaña ha mantenido niveles similares de años anteriores. De esta forma y respecto a la demanda, los datos disponibles de la actual campaña 2022/2023 muestran que la producción hasta este punto de la campaña es de 35 millones de hectolitros, un 1% más. Sin embargo, el mercado interior se ha reducido en 0,95 millones de hectolitros respecto a la campaña pasada, representando los tintos/rosados a granel un 59% de dicha reducción. Mientras que hay una mayor oferta, ya que las existencias finales, a 31 de enero, son de 52 millones de hectolitros.
La campaña anterior, a 31 de julio de 2022, finalizó con 34,6 millones de hectolitros. Si se comparan los datos de dichas existencias respecto a las seis últimas campañas se aprecia que, tras un ligero descenso de los stocks tras la intervención del sector por la pandemia, las existencias se encuentran en cifras muy superiores a las que se encontraban en las campañas previas a la intervención. Desde COAG han sostenido que estas existencias, unidas a la fuerte detracción de la demanda, están provocando una paralización del mercado y el hundimiento en las cotizaciones, de forma muy acusada en los tintos.
El responsable del sector vitivinícola de COAG, Joaquín Vizcaíno ha apuntado que "los viticultores somos la parte más perjudicada por las consecuencias económicas provocadas en este contexto, ocasionando una notable pérdida de rentabilidad y un futuro muy incierto, que llega a vislumbrarse como insostenible". Lo que les ha llevado a solicitar la puesta en marcha de ayudas para la destilación de crisis. Una medida contemplada en el conocido como Plan de Apoyo al Sector del Vino Español (Pasve).
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