Continúa la búsqueda de un acuerdo sobre Grecia antes de convocar a Eurogrupo

Bruselas.- El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, continúa buscando un acuerdo entre los líderes de la zona euro sobre un eventual mecanismo de ayuda financiera a Grecia, acuerdo que sigue sin estar garantizado.

Fuentes diplomáticas han asegurado que la reunión de los dieciséis gobernantes de la zona euro, solicitada ayer públicamente por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, para abordar la crisis griega, no está formalmente convocada todavía.

Van Rompuy sigue tratando de acercar posiciones, de forma que la reunión del llamado Eurogrupo (los dieciséis miembros de la zona euro) pueda celebrarse con garantías de resultados antes de la sesión prevista del Consejo Europeo (los veintisiete Estados de la UE) que comenzará mañana por la tarde.

Fuentes cercanas al presidente del Consejo Europeo se han limitado a comentar que Van Rompuy apoya dicha reunión especial de los Dieciséis, "si es posible un acuerdo sobre la vía a seguir, de manera que Grecia pueda continuar con su plan de austeridad y los mercados se estabilicen".

Fue el propio Van Rompuy quien sugirió el lunes pasado, durante una cena con los ministros de Asuntos Exteriores preparatoria de la cumbre comunitaria de mañana, la posibilidad de abordar el problema de la ayuda a Grecia previamente entre los miembros de la zona euro.

Ayer, Sarkozy y Zapatero solicitaron la convocatoria de esa reunión.

La canciller alemana, Angela Merkel, sigue siendo reticente a un encuentro que, de finalizar sin resultados, empeoraría la incertidumbre que reina en los mercados financieros sobre la capacidad de Grecia para salir de su grave situación presupuestaria.

La fórmula más probable de ayuda que se baraja consiste en préstamos bilaterales, de Estado a Estado, coordinados desde Bruselas.

A esta financiación aportarían dinero tanto los miembros de la zona euro como el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Berlín insiste en la participación eventual del FMI, alternativa a la que ya no se oponen ni la Comisión Europea ni el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, pero Francia sigue siendo reacia.

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, ha insistido en que lo fundamental es que el mecanismo sea diseñado y controlado por los europeos, aunque el FMI aporte fondos y su destreza técnica.

Otra concesión fundamental para tratar de conseguir el visto bueno de la canciller alemana es que se trataría de un mecanismo "ad hoc", sólo para responder a la crisis de Grecia.

Merkel exige asimismo que los miembros de la zona accedan a discutir el endurecimiento del Pacto de estabilidad, cuyas reglas prohíben los déficit excesivos duraderos pero no han servido manifiestamente para evitar la deriva en Grecia.