Cuba sacará tajada al vertido de BP

  • El peor vertido de petróleo de la historia de EEUU puede acabar siendo algo positivo para Cuba, siempre y cuando el crudo que flota en el Golfo de México no llegue a las costas de la isla. Se trata de una amenaza medioambiental que va de la mano de una oportunidad de gran potencial económico. Las reservas cubanas de petróleo submarino resultan cada vez más atractivas para las petroleras de EEUU ahora que el crudo sale sin parar en una plataforma del Golfo.
El desastre de BP eclipsa la catástrofe del Exxon Valdez
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EFE
Nick Miroff | GlobalPost

(La Habana, Cuba). Cuba cuenta con depósitos submarinos con 4.600 millones de barriles de petróleo y 9.800 billones de pies cúbicos de gas natural en la costa noroccidental, según los cálculos del centro geológico de EEUU. La cantidad sería suficiente para poner a la isla a la par con otros exportadores regionales como Colombia o Ecuador. Los geólogos cubanos sostienen que podría haber cuatro veces más de hidrocarburos en las aguas cubanas cercanas al Golfo.

El Gobierno de Castro ya ha firmado acuerdos con más de una decena de petroleras extranjeras interesadas en explorar esa región, entre ellas, la brasileña Petrobras, la noruega Statoil y una filial de la india ONGC. También ha invitado a petroleras de EEUU, que actualmente no pueden hacer negocios con la isla debido al embargo.

Las restricciones son tan severas que cuando los ejecutivos petroleros estadounidenses quisieron reunirse con las autoridades cubanas durante una cumbre de energía en México en 2006, el departamento del Tesoro expulsó a la delegación cubana del lugar.

Sin embargo, en las últimas semanas se han producido una serie de acontecimientos que han acercado a la industria petrolera de EEUU a Cuba. Por primera vez, las autoridades del Tesoro han autorizado el viaje de representantes a la isla. Los ejecutivos de la Asociación Internacional de Contratistas y Exploración preparan un viaje de tres días a Cuba para conversar de estándares de seguridad y medioambiente con sus pares cubanos.

Al mismo tiempo, Cuba y sus socios extranjeros avanzan en su propio calendario de exploración submarina. Según Reuters, la española Repsol ya habría contratado una plataforma china para comenzar la exploración en aguas cubanas este mismo año. El proyecto ha despertado preocupación sobre la posibilidad de daño medioambiental en el estado de Florida si se produjera un accidente similar al del Golfo de México.

Debido al embargo, Cuba no tendría acceso a las empresas de limpieza y control de vertidos que tuvieran sede en EEUU, según un documento de la asociación de contratistas. "La isla sigue decidida a realizar exploración submarina, incluyendo la zona de aguas profundas que están relativamente cerca de la costa de Florida, las playas y los hábitats marinos", advierte el documento. "Un accidente podría provocar un daño más catastrófico para EEUU que para la propia Cuba".

Lee Hunt, presidente de la asociación, declara que su grupo no iba a la isla para hacer negocios con el Gobierno cubano. El objetivo del viaje era compartir información sobre prácticas de seguridad y protección medioambiental. Varias de las empresas extranjeras que podrían realizar exploraciones en Cuba también son miembros de la asociación, explica Hunt.

Los expertos cubanos dicen que la idea de un desastre en aguas profundas ha obligado al Gobierno de EEUU a permitir que las empresas estadounidenses se involucren con Cuba, lo que podría ser un paso para acabar con el embargo. Un proyecto del ley del Senado de EEUU, presentado por las senadoras Lisa Murkowski (Republicana por Alaska) y Mary Landrieu (Demócrata por Luisiana) incluye una provisión que eximiría a las petroleras de EEUU del embargo debido a que se trataría de un tema de seguridad nacional.

Según Jorge Piñón, experto en energía en la Universidad Internacional de Florida, el vertido del Golfo hará más difícil la exploración en aguas de EEUU con lo cual Cuba es cada vez más atractiva. Piñón también es ex presidente de Amoco Oil para América Latina.

"Si el Gobierno de EEUU impone restricciones onerosas –impuestos, temas legales, burocracia, etc.- las petroleras que operan en el Golfo de México se verán obligadas a buscar negocio y explorar los recursos del Golfo cercanos a la isla de Cuba", afirma Piñón, que defiende la participación de EEUU en la industria petrolera cubana.

"Existe una posibilidad que en tres o cinco años, las condiciones fiscales y comerciales para explorar en Cuba sean más atractivas que en EEUU. Además, si se descubren grandes reservas, la isla podría convertirse en un importante proveedor de petróleo para EEUU", sostiene Piñón.

Aún hay muchos impedimentos para crear este tipo de alianza con el Gobierno de Castro. Sin embargo, las necesidades apremiantes de energía de EEUU y la amenaza de otro desastre medioambiental podrían obligar a dos vecinos –distanciados durante muchos años- a entrar en una nueva era de diálogo, declara Jonathan Benjamin-Alvarado, experto en el sector energético cubano en la Universidad de Nebraska, en Omaha.

"Se tendrían que aplicar medidas para crear un clima de confianza y evaluar que su evolución sea adecuada para ambos Gobiernos", sentencia.

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