Cunde el desánimo: el ladrillo sigue en encefalograma plano

    • Los cuarteles generales de los dueños del ladrillo español bullen a la vista de que el mercado no da más de sí. Tres trimestres consecutivos por debajo de las 100.000 unidades casan poco, muy poco, con las expectativas de recuperación económica del país.
    • En un mercado sin liquidez, los compradores tienen la sartén por el mango y una estrategia muy definida, porque están apostando por una nueva rebaja de los precios.
Enrique Utrera

La caída de un 6,8% de las ventas de viviendas en el tercer trimestre del año respecto al mismo período del año anterior ha llevado el desánimo a los bancos y promotores inmobiliarios, que asumen que van a tener que dar una nueva vuelta de tuerca bajista a los precios para aligerar el peso del ladrillo en sus carteras. Las grandes capitales no despegan y sólo los extranjeros maquillan un poco unas cifras raquíticas -algo más de 70.000 unidades- que demuestran que a estos precios no hay compradores suficientes para desatacar el inmenso tapón que sufre el mercado.

No hay signo alguno de reactivación, y la pírrica mejora de las compraventas del 1,4% medida en el último año sólo se puede entender por la reacción de los compradores a la eliminación de los incentivos fiscales a la compra de vivienda en el último trimestre del año pasado. En un mercado sin liquidez, los compradores tienen la sartén por el mango y una estrategia muy definida, porque están apostando por una nueva rebaja de los precios.

Algo que pudo comprobar Correos ayer. Sólo vendió un insignificante 4% del precio oficial de salida de 36,5 millones del lote de activos que sacó a subasta en toda la piel de toro. Diez se quitó de enmedio por ¡1,5 millones de euros! ¿Quién da menos? Queda claro que hay dinero, y mucho, y que también hay buenos activos, y muchos, tanto como es evidente que las expectativas de compradores y vendedores no pueden estar más lejos.

Los cuarteles generales de los dueños del ladrillo español bullen a la vista de que el mercado no da más de sí. Tres trimestres consecutivos por debajo de las 100.000 unidades casan poco, muy poco, con las expectativas de recuperación económica del país y desmienten la teoría de que los precios han tocado fondo. Con descuentos del 15% sobre el precio de salida en la segunda convocatoria de la subasta, Correos no vendió ni una escoba. ¿Brotes verdes? En el ladrillo, no.

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