De Guindos confía en lograr un acuerdo sobre el supervisor bancario a tiempo

Bruselas, 4 dic.- El ministro de Economía español, Luis de Guindos, expresó hoy su confianza en que los Veintisiete lograrán la próxima semana llegar a un acuerdo sobre el futuro supervisor bancario único para la eurozona.

"Creo que hay una voluntad política de ajustarse a las fechas. Espero que entre el próximo Ecofin y la cumbre seamos capaces de llegar a un acuerdo" antes de la fecha límite del próximo 1 de enero, afirmó De Guindos en conferencia de prensa en Bruselas.

Pese a que los ministros de Finanzas y Economía de la Unión Europea (Ecofin) no consiguieron hoy salvar sus diferencias, De Guindos se mostró "convencido" de que se sellará un pacto en la reunión extraordinaria que celebrarán el 12 de diciembre, en la víspera de la cumbre de los Jefes de Estado y de Gobierno europeos, que se prolongará hasta el día 14.

De Guindos advirtió de las consecuencias negativas que podría tener "cualquier señal en sentido contrario, cualquier tropezón" en los mercados financieros, porque podría deteriorar la confianza en el futuro del euro.

El ministro español indicó que todos los países están de acuerdo en que se debe mantener una separación estricta entre las funciones monetarias del Banco Central Europeo (BCE) y las tareas de supervisión bancaria una vez que la insiticuón asuema ese papel, aunque aún no se han decantado entre las "diferentes posibilidades" que existen.

Por otra parte, el responsable de la Economía española indicó que la UE estudia también el alcance que debe tener el supervisor bancario que, según la propuesta original de la Comisión Europea y la postura defendida por países como España y Francia, controlaría todos los bancos de la zona del euro.

Sin embargo, la reticencia de Alemania a permitir que sus bancos regionales sean supervisados y las dudas sobre la capacidad del BCE de asumir el desempeño de esta tarea, según recalcó su vicepresidente, Vítor Manuel Ribeiro Constancio en su intervención en el Ecofin, han dado pie a que se plantee dejar al margen a ciertas entidades financieras.

De Guindos explicó que la solución podría pasar por acordar un proceso gradual, de manera que primero se incluyan en la supervisión única a los bancos más grandes, para ir extendiendo su alcance.

Los Veintisiete estudian eximir de la supervisión directa del BCE a ciertas entidades de menor tamaño, aunque aún queda por acordar dónde se establecerá el límite, para lo que se contempla entre una horquilla de 2.000 a 60.000 millones de euros de activos del tamaño del balance, según De Guindos.

Precisó también que la mayoría de los bancos españoles son "grandes" y pasarán a ser supervisados en buena medida por el supervisor bancario único.

Respecto a las discrepancias sobre el modo de integrar a los países de fuera de la zona del euro que quieran participar en el mecanismo de supervisión y el sistema de toma de decisiones, el ministro reconoció que existen dificultades jurídicas y abogó por buscar "soluciones inteligentes" que eludan la complejidad de un cambio de tratados.

Por otra parte, De Guindos consideró que la puesta en marcha del supervisor no perjudicará a Londres como centro financiero, pese a las reticencias mostradas por el Reino Unido a la puesta en marcha de este mecanismo y sus temores a quedar en minoría frente a los países que participen en él.

Sí consideró que en el proceso de creación de una unión monetaria "cada vez más completa en términos de cesión de soberanía, de supervisión única y de política fiscal integrada", también se espera que la actividad financiera se realice cada vez más dentro de la zona euro.